Seguro que has oído hablar de ‘Tomates Verdes Fritos‘ pero, ¿sabías que además de una película es un plato? Y delicioso, además.
Como su nombre indica, el ingrediente principal es el tomate verde. Y, aunque lo habitual es añadirlos como ingrediente en la ensalada o para hacer salsa de tomate, son pocas las ocasiones en las que los utilizamos como parte principal de la receta, y mucho menos sin son tomates verdes. Sin embargo, este plato nos da la oportunidad de descubrirlos y disfrutar de su sabor y sus propiedades para la salud.
Aunque no son tan nutritivos como los rojos y maduros, los tomates verdes aportan muchos beneficios nutricionales. Incorporar tomates verdes salteados en una ensalada verde o como guarnición de carne a la parrilla puede ayudarte a consumir las vitaminas y los minerales más esenciales. Eso sí, nunca consumas tomates verdes crudos, ya que contienen una toxina que puede ser venenosa.
También son ricos en Vitamina C
Los tomates rojos maduros cuentan con abundante vitamina C; los tomates verdes contienen cantidades similares a pesar de que no estén completamente maduros. Ya sabes que esta vitamina te ayuda a fortalecer tu sistema inmunológico, de modo que tu cuerpo será capaz de luchar contra los resfriados, la gripe y otras enfermedades con mayor facilidad. La vitamina C también es crucial para tener unos dientes y encías sanas; los huesos y la piel.
Importante fuente de fibra
Los tomates verdes son una fuente saludable de fibra, de la cual dependen los sistemas intestinal y digestivo para mantener la salud óptima del cuerpo.
La fibra está presente en la mayoría de las frutas, las verduras y los granos integrales, de modo que incrementar la ingesta de estos alimentos, incluso de tomates verdes ayuda a que obtengas la fibra necesaria. Recuerda que la fibra también contribuye al adecuado funcionamiento del sistema digestivo.
Y ya hemos hablado sobre si el tomate es una fruta o una verdura.
Betacaroteno
Aunque tenga un nombre muy extraño, el betacaroteno es muy necesario para nuestro organismo. Es la principal fuente de vitamina A, que a su vez se encarga de producir glóbulos blancos saludables y estimular la división celular adecuada. Este pigmento está presente en muchas frutas y verduras, entre ellas, los tomates verdes, de ahí la importancia de comerlos.
Y por si fuera poco…
Y si los anteriores motivos no fueran motivos de suficiente peso para comer tomates verdes, debes saber que también aportan calcio, potasio, magnesio, proteínas, fósforo y vitamina K.
La receta
Si te han entrado ganas de probarlos, simplemente necesitarás rebozarlos en harina de trigo. En segundo lugar, con leche y un huevo batido, y en tercer lugar con harina de maíz. También se le puede añadir en el último paso pan rallado, pimienta y cayena, para que quede aún más auténtico. Después solamente tendrás que freírlos con un poco de aceite y mantequilla, ¡y a disfrutar!
Si quieres más sugerencias de platos para llevarte, por ejemplo, a la oficina, descubre algunos ejemplos de recetas fáciles para tus tuppers.
Comments 1
Una manera diferente de comer tomate. ¡Están muy buenos cocinados así!