Siempre que llega el calor escuchamos consejos sobre la importancia de hidratar la piel, especialmente después de exponerla al sol. Muchas veces olvidamos que los labios son parte de la piel de nuestra cara y, no sólo eso, sino que son una parte muy sensible que sufre mucho con las temperaturas extremas. Tanto el frío como el calor los resecan, y si a eso le añadimos el cloro de la piscina o la sal del mar, los labios sufren mucho. Por eso, ¡toma nota de cómo mantenerlos hidratados y protegerlos de agresiones externas!
Más vale prevenir que curar
¡Nunca un refrán tuvo tanta razón! Cuando los labios se estropean son muy molestos: se irritan, escuecen y a veces, incluso se agrietan. Además de provocar molestias, estéticamente se quedan muy feos. Por eso es tan importante tener la costumbre de hidratarlos a diario, para evitar que lleguen a ese estado.
Antes de acostarte por las noches, aplica una generosa capa de manteca de karité sobre ellos. ¡Cuando te despiertes notarás lo suaves que están!
Es conveniente llevar en el bolso algún tipo de bálsamo hidratante para aplicarlo a lo largo del día. Los más cómodos e higiénicos son los que vienen en formato de barra. Se aplican muy rápido y no tienes que tocarlos con las manos sucias si estás en la calle. Intenta que contenga algún tipo de protector solar, por mínimo que sea. Aunque a menudo lo olvidemos, los labios se queman con mucha facilidad. El bálsamo labial crea una barrera entre el viento, el salitre y otros elementos del aire y evita que los labios se estropeen.
Tomando el sol
Si vas a tumbarte a broncearte, además de proteger tu cuerpo y rostro con un factor alto, hazte con un protector labial específico para exposiciones prolongadas al sol. Estos contienen filtros para los dañinos rayos UVA y UVB y los hidratan a la vez que los protegen. Igual que la crema, hay que aplicarlo cada media hora o después de cada baño.
Después del sol
Después de un largo día de sol, la piel puede estar un poco reseca. Los labios también necesitan un poco de terapia ‘after sun’ para recuperarse. El aloe vera es una planta que hidrata y ayuda a que la piel se regenere más rápido. Cualquier bálsamo que contenga esta planta es ideal para utilizar al final de un día de playa. También puedes utilizar otros remedios caseros como aplicar unas gotas de aceite de oliva directamente sobre ellos.
Imágenes vía Maybelline.