¿Sabías que beber agua mientras hablas en público es uno de los mejores trucos para mantener la calma? La razón es que al hacerlo, nuestra mente entiende que si tenemos tiempo para hacer una pausa y beber es que todo va bien.
Y es normal que esto suceda, teniendo en cuenta que hablar en público es una de los momentos que más nervios nos provocan. La idea de enfrentarse a una sala llena de gente en silencio atenta a lo que allí se diga es una de las imágenes que más miedo dan a la mayoría de la gente.
Sin embargo, con estos consejos sencillos y prácticos podrás dominar la situación, dejar atrás los nervios a un lado y disfrutar del momento.
Antes de salir al escenario…
- Practica tu presentación completa varias veces los días antes del discurso. Hazlo para unos amigos con los que te sientas cómodo y pídeles que te den su opinión. Cuanto más dominados tengas los mensajes, mejor los explicarás.
- Piensa en positivo: es fundamental pensar que la presentación va a ir bien, de esta manera te ayudará disminuir la visión negativa y te liberará algo de ansiedad.
- También ayudan las técnicas de respiración. Una o dos respiraciones lentas y profundas te aportarán calma los minutos antes de la exposición.
…Durante el discurso
- Nada más subir al escenario sonríe, agradece a la persona que te presentó y luego espera un momento hasta que hayas captado la atención de todos los presentes.
- Cuando veas que todos están atentos, escoge tres caras amigables: una a la derecha, una a la izquierda, y una al centro. Dirígete entonces a una, luego a la otra, y así lograrás abarcar a todo el auditorio.
- Durante tu intervención, muéstrate natural. Un mensaje penetra más en el oyente si quien te lo cuenta lo hace desde la convicción.
- La capacidad de atención es limitada, por lo que es más efectivo un discurso breve y directo que una larga exposición.
- Intenta leer lo menos posible. No es recomendable redactar discursos, pero sí llevar apuntado una serie de ideas claves que luego tendrás que desarrollar con tus propias palabras. Así, si te pierdes, siempre será más sencillo retomar el discurso.
¿Cómo debe ser un discurso para que resulte eficaz?
Para que resulte eficaz y ser convicente, un discurso tiene que contar con tu actitud positiva. Para salir airoso de un discurso público, es fundamental saber qué decir y cómo decirlo.
Para ello, lo normal es que hables sobre un tema del que eres experto. Y si no, intenta documentarte lo máximo posible, pues cuanto más conozcas aquello de lo que vas a hablar menos probabilidades hay de que te equivoques durante tu intervención.
La regla del menos es más se puede aplicar en este contexto. Hay que transmitir pocas ideas pero de manera muy clara. En este tipo de eventos la audiencia capta un par de ideas como mucho. Por eso, a la hora de escribir el discurso lo mejor es que tengas clara qué ideas quieres transmitir, y explicarlas de la manera más sencilla que puedas para que todo el mundo lo entienda.
Además, los mensajes tienen que estar muy bien organizados. A veces, una buena forma de comenzar resulta ser la frase final. Una vez que sabes a dónde te diriges, puedes escoger el camino que más te plazca para llegar allí.
Y si con estos consejos aún no te sientes demasiado seguro para enfrentarte al gran público, toma nota de las siguientes técnicas para relajarse al final del día que, a buen seguro, te ayudarán mucho.