La leche semidesnatada es aquella a la cual se le ha podido eliminar la mitad de la grasa normal que pueda contener a través de un proceso denominado desnatado o semidesnatado, y que consiste en separar la grasa del resto de nutrientes de la leche. Este proceso se puede realizar de dos maneras, una de forma artesanal por medio del reposo y la separación manual, y el otro de forma industrial, mediante la utilización de maquinaria para su separación por centrifugación.
Por tanto, el primer beneficio que podemos extraer de beber leche semidesnatada, es que estaremos ingiriendo menos grasa que si fuera leche entera. Según los estudios, una sola ración de leche semidesnatada (consideramos como ración 1 taza, es decir, unos 246 gramos de leche semidesnatada) contiene aproximadamente 123 calorías.
Y si lo comparamos con otros lácteos, la leche semidesnatada es menos calórica que la media, ya que contiene 50 calorías por cada 100 gramos, mientras que otros alimentos como la mantequilla (717 cal.), el queso de cabra y sus beneficios (452 cal.) , el queso Parmesano (420 cal.) tienen muchas más calorías.
Sin embargo, son muchas las voces que aseguran que al quitarle parte de la grasa natural de la leche, es posible que el resto de propiedades también se pierdan.
¿Es eso cierto?
Propiedades de la leche semidesnatada
La leche semidesnatada es, según médicos y expertos de la materia nutricional, es un punto intermedio entre la leche entera y la desnatada, porque cuenta con la mitad de grasa así como de vitaminas A y E. No obstante, conserva todas las propiedades de calcio, proteínas, lactosa y vitamina B.
Se debe tener en cuenta que el hecho de poder eliminar la grasa de la leche, provoca que sus otros nutrientes puedan aumentar en proporción por cada 100 gramos, siendo el caso de las proteínas y los azúcares. Por lo tanto, la leche se debe escoger de forma adecuada dependiendo de cada una de las necesidades de cada persona.
Además, si bebes mucha leche, debes saber que el calcio de la leche semidescremada no se logra fijar en los huesos sin que se tenga un aporte adecuado de vitamina D. Esto se debe a que esta vitamina pertenece a la categoría de las de tipo liposoluble, lo que significa que solo se encuentra presente dentro de los alimentos grasos. De esta forma, si se elimina por completo la grasa de la leche, se elimina el contenido en vitamina D, por lo que para lograr que el calcio de la leche se fije en tus huesos, has de tomar alimentos ricos en vitamina D (como setas, caballa, salmón, sardina, atún, bacalao…) que ayuden a asimilar el calcio.
Semi VS. Semi sin Lactosa
Por otro lado, cada vez son más las personas que muestran cierta intolerancia o preferencia hacia el azúcar natural de la leche. Si este es tu caso, no te preocupes, pues el mercado ya ofrece soluciones, como la leche sin lactosa en todas sus variantes.
Como sabes, la leche sin lactosa es aquella a la que se le añade lactasa para que transforme el azúcar en unidades más sencillas (glucosa y galactosa) y, así, puedan ser absorbidas fácilmente por el organismo. Por tanto, la leche sin lactosa es más digestiva que la normal, aunque no por esto engorda menos.
En este sentido la leche semidesnatada sin lactosa tendrá las mismas calorías y los mismos nutrientes que su homónima con lactosa. Sin embargo, al ser más digestiva, minimiza el efecto de los gases y la sensación de pesadez.
Y ahora que ya sabes los beneficios de la leche semidesnatada, seguro que quieres compararla con el resto de leches, para eso aquí tienes un resumen de las características de las leche desnatada y entera.
Además de esto, también es súper importante que conozcas los peligros de la leche sin lactosa. Independientemente, que decidas tomarla desnatada o entera. Solo debes tomar leche sin lactosa si realmente eres alérgico.
O si echa un vistazo a este otro artículo si quieres conocer los diferentes tipos de leche y sus propiedades.