¿El aceite de palma es malo? Sí y mucho. Según los estudios científicos, el consumo habitual del aceite de palma y sus derivados está relacionado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, e incluso, con una modificación de la microbiótica intestinal y padecer obesidad.
Pero ¿qué es el aceite de palma, para qué se utiliza y por qué? Si quieres saberlo, sigue leyendo.
¿Qué es el aceite de palma?
El aceite de palma es de origen vegetal. Sin embargo, esto no quiere decir que sea un producto saludable.
En este caso, el aceite de palma proviene de la palma africana y contiene una alta proporción de ácidos grasos saturados, que son los que debemos consumir en menor medida. Es aquí precisamente donde reside la principal diferencia con el aceite de oliva, en el que predominan los ácidos grasos monoinsaturados como el ácido oleico, muy beneficioso para la salud. E incluso con el aceite de girasol, rico en ácidos grasos poliinsaturados como el omega-6 y omega-3.
Usos del aceite de palma
Seguramente estarás pensando que, si el aceite de palma es malo, por qué lo utilizamos.
Pues bien, el aceite de palma está presente en nuestro día a día más de lo que pensamos. Se puede utilizar como biocarburante, sin embargo, sus usos más populares son en el sector de la cosmética y, sobre todo, en la alimentación. Es precisamente por esto por lo que el aceite de palma está considerado como un alimento nocivo para la salud. Casi todos los productos procesados que consumimos día a día incluyen aceite de palma entre sus ingredientes: sopas, cereales, bollería industrial, pizzas congeladas, productos precocinados, aperitivos, snacks….
¿Por qué se usa?
Aunque se está luchando para que la industria alimentaria y cosmética dejen de utilizar el aceite de palma, tanto por razones de salud como por razones medioambientales, lo cierto es que hoy en día es el aceite más usado en todo el mundo. Por encima, incluso, que el de soja o el de colza. Esto es así, principalmente por su precio: es muchísimo más barato que estos y qué decir de otros más saludables, como el aceite de oliva virgen extra.
Pero su consumo generalizado también se explica en las propiedades conservadoras que tiene, ya que permite que los alimentos mantengan su forma y untuosidad durante más tiempo. Esto es especialmente valorado en confitería, de ahí que se use este aceite para hacer chocolates y otros dulces.
También se enrancia más tarde que otros aceites, aguanta muy bien las frituras, sirve como sustituto barato de la mantequilla y como alternativa a la cera o a la parafina, a la hora de elaborar jabones.
¿Podríamos sustituir el aceite de palma por otro conservante más saludable? Sí, el aceite de soja, otros aceites hidrogenados o incluso la manteca de coco podrían ser unas excelentes alternativas, sin embargo, su coste es más elevado y por eso estas opciones se desestiman por parte de la industria. Afortunadamente, poco a poco, las empresas comienzan a tomar conciencia de la nocividad del aceite de palma y ya están valorando otros conservantes.
Además de las dudas que rodean el aceite de palma, otra de las grandes cuestiones que existen en el mundo del aceite es la de qué tipo de aceite es mejor: aceite de oliva vs aceite de girasol.
Por otro lado, si quieres conocer toda la información sobre el aceite de girasol, sus propiedades, usos y curiosidades entra y echa un vistazo a nuestro artículo.