Seguro que te suena esta pelea diaria: querer desenchufar algo detrás del televisor y terminar enredado en los múltiples cables que tenemos conectados a tres o cuatro regletas distintas. Cada vez son más los aparatos electrónicos que tenemos en casa. Sobre todo en el salón: el televisor, las consolas, el router, los altavoces…
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Con cada aparato viene al menos un cable. El resultado es una jungla de cables y una aventura cada vez que queremos desenchufar algo.
Cada aparato no trae un solo cable, sino que cada vez incluyen más y más conectores. Si tienes varios cables que van o vienen del mismo sitio, utiliza una tira de plástico para sujetarlos juntos. De esta forma, cuando estés buscando uno en concreto para desenchufar, no confundirás unos con otros, y sabrás por dónde empezar a buscarlo.
Por una cuestión de pereza, recurrimos a utilizar multitud de regletas que terminamos enchufando unas a otras. Llega un momento en el que desenchufamos una cosa y deja de funcionar otra. Para evitarlo, hazte con una regleta grande con suficientes huecos para que quepan todos tus enchufes. Organízalos según la posición en la que estén distribuidos por el mueble. Así evitarás que, además de los cables, se enreden también las regletas.
Una vez en la regleta, todos los enchufes son parecidos y, aunque intentes seguir el camino del cable, seguro que no aciertas a la primera. Para facilitar la búsqueda, añade una pequeña etiqueta al enchufe con el nombre del aparato al que corresponde. Así lo encontrarás a la primera.
Accesorios para organizar
Si incluso siguiendo los consejos anteriores, tus cables siguen siendo un caos, hay varias opciones que puedes añadir a los muebles. Existen colgadores para poner detrás de la mesa, para que los cables no estén por el suelo ni colgando.
Siguiendo esa misma línea, pero si tienes menos cables, también puedes pegar unos pequeños ganchos a las partes traseras de los muebles para colocar cada cable. Aunque no tengas demasiados cables, siempre es mejor tenerlos ordenados evitando que entren en contacto y terminen enredados.
¿Y qué pasa con todos esos cables que no estamos utilizando ahora mismo, pero queremos tener a mano? Seguro que tienes un cajón o una cesta en la que decenas de ellos se han enredado para formar una pelota. Te proponemos un truco casero utilizando rollos de papel higiénico. En lugar de tirarlos a la basura, guárdalos y utilízalos para almacenar cables sueltos. De esta forma, cada cable tendrá su sitio, y no se desperdigarán por el cajón.