La chirimoya es una fruta tropical, originaria de Sudamérica, cuyo consumo está muy extendido en esta época del año gracias a su dulce sabor y a su pulpa suave y refrescante. Pero son muchas las propiedades de la chirimoya que hacen de este fruto un imprescindible en la dieta de invierno.
¿Quieres saber por qué?
Propiedades de la chirimoya
La chirimoya está compuesta mayoritariamente por agua, lo que significa que es una fruta muy hidratante.
Otra propiedad importante de la chirimoya es su aporte en hidratos de carbono. Su sabor dulce tiene su origen en su alto nivel de azúcares, entre las que destacan la fructosa, la sacarosa y la glucosa; lo que hace de ella una fruta bastante calórica.
Comer una chirimoya también es sinónimo de aportar al organismo minerales como: el calcio, el potasio y el hierro, fundamental para prevenir la anemia.
Una de las peculiaridades de la chirimoya es que cuenta con una gran cantidad de ácido fosfórico, lo que la convierte en una joya nutricional por ser un alimento fosfatado natural.
Su aporte de fibra es otra de sus propiedades más destacable, junto a su gran valor vitamínico, especialmente en las del grupo B. De hecho ninguna fruta fresca posee tan alto contenido de vitaminas B1, B2 y B6. Pero también es fuente de vitamina C y de pequeñas cantidades de vitamina A.
Beneficios de la chirimoya
Y ahora que sabes todas las propiedades que tiene la chirimoya, seguro que te estás preguntado que en qué beneficios se traduce todo ese aporte nutricional, ¿ verdad?
Pues bien, a continuación te explicamos los beneficios de la chirimoya:
Cuidad del corazón
Gracias a su alto nivel de potasio, uno de los beneficios de la chirimoya más apreciados es su poder para regular la presión arterial y además es rica en antioxidantes que controlan el nivel de colesterol. Es decir, tanto si padeces problemas de corazón como si no los tienes, comer chirimoyas de manera frecuente es un remedio natural y rico para presumir de tener el corazón en perfecto estado.Refuerza el sistema inmune
La vitamina C que nos aportan las chirimoyas, se traduce en tener el sistema inmune fuerte, capaz de hacer frente a las infecciones y enfermedades, especialmente resfriados y gripes tan típicas de estas fechas del año.Alivia las dolencias digestivas
¿Padeces de estreñimiento? ¿trastornos en la vesícula?¿Problemas digestivos? Si la respuesta a estas preguntas es sí, en la chirimoya puedes tener una gran aliada ya que su fibra es un excelente regulador del tránsito intestinal; y también absorbe los ácidos biliares que te producen ese malestar.Levanta el ánimo
¿Sabías que la chirimoya también es un regulador del sistema nervioso? Se trata de uno de los beneficios de las chirimoyas más desconocidos, sin embargo, está probado que comer una chirimoya es un gran remedio para devolver la calma al sistema nervioso, por lo que puede considerarse como un alimento con propiedades tranquilizadoras e incluso ansiolíticas.
Como te hemos dicho al principio, la chirimoya es una de las frutas que más se consumen en esta época del año, pero no es la única. Toma nota de las frutas de invierno más demandadas y que no deben faltar en tu frutero.
