Una de las estampas más típicas del otoño son las hojas secas. Hay algo especial en ese tono marrón anaranjado y ese crujido cuando las pisamos. En el hogar, las flores y hojas secas se han usado como elemento decorativo durante muchísimo tiempo. Hoy, te proponemos una idea: enmarcarlas para decorar las paredes. Es muy fácil, y le puede dar un toque otoñal y muy bonito a tu casa. ¿Te animas?
Recoge hojas y flores
El primer paso es encontrar las hojas y flores que usaremos para enmarcar. Esto puede ser una experiencia muy agradable, sobre todo al principio del otoño, cuando las hojas están empezando a caer, y podemos elegir las que queramos. Cuando vayas dando un paseo, a la vuelta del trabajo o cuando salgas a hacer recados, fíjate en las hojas y recoge las que te parezcan más bonitas.
Un paseo por el parque en otoño puede hacer que vuelvas a casa con una buena selección de hojas y flores para tu proyecto.
Cuando ya tengas todas las que quieres, es momento de secarlas. Extiéndelas sobre una hoja de papel, y coloca otra encima. Después, aplasta ambas, bien con libros, cajas u otros objetos de peso. Déjalo así una semana en un sitio donde no moleste y lejos de la luz y la humedad, para que se sequen bien y no pierdan su forma aplastada.
Una vez pasados los días, retira el papel y, con cuidado, separa las hojas secas. Cuando hayas elegido el marco en el que quieras ponerlas, corta una cartulina del tamaño del marco. Ahora es el momento de pensar cómo quieres colocar las flores.
Prueba varios diseños y cuando estés contento con el resultado, empieza a pegar. Utiliza pegamento fuerte, para que no se muevan, pero no utilices mucho, porque si las hojas o las flores son muy finas, podrían verse las marcas por el otro lado. Deja que se seque bien y después, inserta la cartulina en el marco. Comprueba que está centrado y que ningún extremo de las hojas o flores se haya doblado, y después cierra bien el marco. ¡Ya tienes listo tu cuadro de flores secas!
Un proyecto para toda la familia
Este pequeño proyecto es muy fácil de hacer, y además de ser un buen regalo para alguien, también es una buena forma de que toda la familia pase un día en contacto con la naturaleza, buscando las hojas y flores. A los niños les encantará buscar las hojas más originales y hacer originales formas con ellas.