Las velas son un elemento decorativo básico en cualquier habitación. Con ellas, es sencillo crear un ambiente acogedor, e incluso romántico. Además, ahora que llega el frío, parece que apetece más encenderlas e iluminar con ellas nuestras tardes. Como todo lo que se hace a mano tiene un toque especial, hoy te proponemos ponerte manos a la obra y crear las tuyas, para que las hagas exactamente como te gustan.
Las velas pueden ser un regalo perfecto, y si son artesanales, ¡mejor todavía! Puedes personalizarla al gusto de la persona a la que se la vayas a regalar.
Además, ahora que se acerca la temporada de fiestas navideñas, puedes preparar varias velas para ambientar los centros de mesa de tus comidas y cenas familiares.
Esto es lo que necesitas para hacer tus propias velas:
- Cera de parafina.
- Hilo de algodón para la mecha.
- Varilla para sujetar la mecha.
- Colorante.
- Molde.
Comenzamos derritiendo la cera al baño maría, y removiéndola constantemente. Cuando esté derretida, podemos echar colorante para darle el tono que queramos. Si quieres, puedes probar a mezclar colores para conseguir diseños y colores originales. Ten en cuenta que cuanto más colorante eches, más intenso quedará. Una vez lo viertas, sigue removiendo la cera para que quede bien mezclada.
Apagamos el fuego y mientras la cera se comienza a enfriar un poco, preparamos el molde. Lo untamos con aceite por dentro, para que no se pegue la vela. En el centro de la base, fijamos la varilla y el hilo de algodón junto a ella. Así, la mecha se mantendrá en su sitio. ¡Es el momento de verter la cera!
Viértela con cuidado, porque todavía estará caliente. Procura que hayas dejado suficiente hilo para poder hacer una mecha sin problema. Después, hay que dejarla enfriar para que se solidifique. Una vez terminada, corta la mecha sobrante y ¡ya tienes lista tu vela casera!
Velas aromáticas
Si hay algo mejor que las velas caseras, son las velas aromáticas hechas a mano. Si quieres añadir un poco de olor a tu vela, echa unas gotitas de aceites esenciales cuando la cera esté derretida y empezando a enfriarse, justo antes de verterla en los moldes. Elige el olor con cuidado, para que no choque con otros aromas o ambientadores que puedas tener en tu casa. Y a la hora de agregarlo a la cera, añade solo un par de gotas, ya que si echamos demasiado, el olor puede ser demasiado intenso.
Imagen vía Ikea.
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Gracias por compartir estos consejos.