Son muchas las personas que, al vivir solas, optan por apartamentos de una sola estancia, también conocidos como estudios o lofts. Para una sola persona, pueden ser prácticos, pero solo si sabes cómo sacarle el máximo partido al espacio y al almacenaje. ¡Vamos a enseñarte a aprovechar una vivienda pequeña y sin habitaciones para que se convierta en un hogar acogedor!
Conserva espacios abiertos
Al no tener paredes para separar las estancias, es fácil que se nos vaya de las manos lo de los muebles. Intenta hacerte con muebles adaptados al espacio del que dispones, para conservar espacios abiertos y que los muebles estén separados unos de otros.
Trata de colocar los muebles pegados a las paredes, para que el espacio central quede más aireado. Así podrás moverte con libertad por casa sin miedo a chocar contra mesas o sillas.
Crea estancias con muebles
Hay gente que se agobia al tener solo una estancia. Mentalmente, es importante crear la ilusión de que hay diferentes estancias: una zona para dormir, otra para hacer vida, otra para comer…
Aunque no tengas paredes, puedes crear estos espacios con muebles. Por ejemplo, utiliza librerías o estanterías modulares para delimitar zonas. Además, puedes aprovecharlas como solución de almacenaje.
Las estanterías de pared: tus mejores aliadas
Cuando no dispones de espacio a lo ancho, ¡hay que buscarlo a lo alto! Si vives en un estudio, las estanterías de pared son la mejor solución para almacenar objetos sin perder espacio vital. Solo tienes que organizar bien cómo vas a colocar los objetos.
Emplea las más altas para guardar objetos que no utilices muy a menudo: libros, herramientas, documentos… Y aprovecha las que estén más bajas y accesibles para aquello que utilizas con frecuencia. De esta forma, dejas el espacio de almacenaje de los muebles para cosas como ropa, zapatos, sábanas, menaje del hogar, etc.
Con un poco de imaginación y cabeza, un estudio pequeño puede convertirse en un espacio bien aprovechado y acogedor para hacer vida.
