La clave para tener un buen día es estar fresco y descansado. Pero entre el calor, el estrés y las preocupaciones diarias, no es tan sencillo conciliar el sueño por las noches. Por eso, hoy vamos a invitarte a relajarte y probar algunas técnicas que te ayudarán a desconectar y dormir como un bebé.
No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy
Aunque es una regla básica para lograr la tranquilidad mental, no siempre la cumplimos. Somos víctimas de la pereza y cuando llegamos a casa lo único que queremos es tumbarnos y descansar. Pero dedicar unos minutos a poner en orden nuestras prioridades y dejar preparadas algunas cosas para el día siguiente consiguen que nos vayamos a dormir sin distracciones.
Prepara la ropa para el día siguiente, haz una lista con las cosas que no quieres olvidar, recoge la casa aunque solo sea por encima… Estos pequeños gestos ayudan a que la mente deje de pensar en detalles que, si no están controlados, nos generan ansiedad y nos hacen dar vueltas sin sentido en la cama.
Técnicas de relajación
La respiración es un proceso automático, pero hay maneras de controlarla que la convierten en todo un remedio contra los nervios. Dedicar cinco minutos para ti y tu respiración puede marcar la diferencia entre descansar bien o pasarse la noche dando vueltas.
Antes de irte a dormir, siéntate sobre la cama, cierra los ojos y respira profundamente. Mientras tomas aire y lo sueltas lentamente, piensa en tres cosas positivas que te hayan pasado ese día. El positivismo es la mejor arma contra el estrés, y acostarse con un pensamiento feliz agradeciendo aquello bueno que nos ocurre, lo pone todo en perspectiva.
Plasmar los pensamientos escribiendo
Muchas veces, la falta de sueño la provocan nuestros propios pensamientos, que se quedan dando vueltas en nuestra cabeza. Sea lo que sea lo que nos preocupe, es muy probable que no podamos hacer nada por arreglarlo en ese momento, y lo único que estamos haciendo es obsesionarnos. Para que esos pensamientos dejen de dar vueltas, ¡lo mejor es sacarlos!
Escribir nuestras reflexiones, nuestras preocupaciones o pensamientos en general ayuda a que los pongamos en orden y les demos una estructura. Una vez organizados y fuera de nuestra cabeza, dejan de agobiarnos. Ya sea en una libreta, un blog o un simple folio, no tengas miedo de escribir sobre lo que te preocupa. Una vez sobre el papel, seguro que no parece tan malo y eres capaz de relajarte.
Y vosotros… ¿tenéis alguna técnica para dormir mejor? ¡Compartidla con nosotros! 😉