El tiempo es oro. Sobre todo ahora que, con la vuelta a la rutina, gozamos de menos tiempo libre del que nos gustaría.
Por ello, para aprovecharlo al máximo, es imprescindible saber organizarse y administrar el tiempo correctamente. Debido a las prisas, las rutinas ajetreadas y el estrés, es una tarea que a veces se nos complica.
¿Te resulta difícil autogestionarte? ¿Quieres exprimir tu tiempo y sacarle todo el jugo posible? Toma nota de estos consejos, ¡te ayudarán!
Encuentra el equilibrio
El primer paso, y el más esencial, es encontrar un equilibrio en tu vida. Suena algo cliché, pero tener claras tus prioridades y estar al tanto de todo aquello que requiere de tu tiempo te facilitará mucho a la hora de organizarte.
Familia, trabajo, pareja, dinero, desarrollo personal, salud… todos son pilares importantes, y exigen atención y tiempo. La clave se encuentra en distribuirlo adecuadamente, logrando un equilibrio entre todo.
Sin pausa pero sin prisa
También es vital no malgastar el tiempo. Procura dedicar toda tu atención en lo que estés haciendo en cada momento. Cada tarea será distinta, y es mejor hacerla despacio y bien, que rápido y mal.
Por otro lado, asegúrate de estar concentrado mientras las haces. Más vale dedicarle 15 minutos eficientes, que una hora descentrada. Recuerda, calidad antes que cantidad.
Planifica
Siempre que puedas, anticípate. Haz una lista de las cosas que tengas que hacer y planéalas con antelación. Tomar la iniciativa y ser proactivo ayuda a ir con más calma, aumentar la capacidad resolutiva y actuar mejor frente a imprevistos.
Si quieres, incluso, puedes organizar las tareas de la lista en función del tiempo que quieres dedicarle a cada una. Si te bloqueas, o te excedes demasiado con una, pasa a la siguiente. Si aún no consigues concentrarte, recurre a ejercicios de meditación. Deja la mente en blanco y relájate.
Controla las distracciones
Un factor importante son los “ladrones de tiempo”. Se trata de aquellos elementos que nos distraen y nos hacen perder el tiempo.
Evidentemente, todos tenemos derecho a distraernos de vez en cuando, pero la clave está en saber cuando podemos permitírnoslo y cuando no. Mientras estés completando alguna tarea, huye de ellos. Malgastarás tu tiempo, reducirás la productividad y alargarás el proceso.
No pospongas tareas
Si tienes quehaceres que sabes que tendrás que quitarte del medio en algún momento, ¿para qué postergarlos? Busca un rato para ellos y déjalos finiquitados lo antes posible.
Aunque se avecine la pereza, la tarea no se resolverá sola. Y cuanto más recurras al mítico “lo haré después”, más vaguería te entrará, y peor se volverá la situación.
Busca la eficiencia y eficacia
Cuando hagas algo, tómatelo como si fuera lo más importante del mundo, porque en ese momento, lo será. Aprovecha al máximo los recursos de los que dispongas, y a base de éstos, trata de alcanzar tus objetivos con resultados de calidad.
¿Cuáles son tus trucos de autogestión? ¡Cuéntanoslos!