¿Quién no se ha pegado con el armario alguna mañana o noche al ritmo de “no tengo nada que ponerme”? Algunos días, se te puede cruzar el universo y nada de lo que tienes en el armario te gusta. Por eso, deberías tener siempre a mano una serie de prendas perfectas para cualquier ocasión.
Un fondo de armario es fácil de organizar y no requiere gastar mucho dinero. Invirtiendo en unos básicos atemporales tendrás algo de lo que echar mano durante esos días en los que el resto de la ropa te da la espalda. Hacerse con ellos es más económico de lo que crees.
Luego no digas que no te hemos avisado… Prepárate para hacerte con dos modelos de cada uno. Porque te uno te va a saber a poco.
La blusa blanca, el ‘must‘
Nunca pasa de moda. La camisa blanca nuclear va con todo y sirve tanto para el día como para la noche. La apuesta más segura para el día es combinarla con unos vaqueros y unas bailarinas. De manga larga, francesa, masculina, por dentro o por fuera, sus posibilidades de combinación con falda para una tarde o ya noche, casi depende más de los complementos que de sí misma. Un gran collar de colores cambiará por completo el efecto final.
A pesar de que, ahora mismo creas que es demasiado básica o sencilla para ti, el día que te hagas con una blusa sabrás de lo que hablamos.
Pañuelo, como fular o para el pelo
Según donde pases el verano, por las mañanas y por las noches puede bajar la temperatura drásticamente y vas a necesitar echarte algo ligero por encima. Los pañuelos o fulares son muy socorridos en estos casos, como una espontánea bufanda sobre los hombros, o incluso sobre las piernas si refresca cuando estás cenando en una terraza y llevas un vestido. En estos meses, los más divertidos son los de estampados étnicos de colores. Si eres más de llevar ropa de colores, decántate por uno liso.
¡Y para el pelo! El look Audrey Hepburn es el sinónimo de elegancia por excelencia. Ante el viento, sin complejos.
Falda de lápiz, todo femineidad
Otro clásico atemporal y muy femenino que estiliza el cuerpo en un abrir y cerrar de ojos. En tonos básicos como el blanco, el rojo o el negro, la falda recta o de lápiz es la opción perfecta para estar arreglada sin esfuerzo.
Si la llevas con una blusa vaporosa, consigues un aire más sofisticado. Esta temporada también se lleva con camisetas de algodón básicas para un estilo más desenfadado. Si eres más atrevida, opta por acompañarla con un crop top, o una camiseta corta que deje ver un poco de abdomen. ¡Quedan espectaculares!
Sandalias de cuña, cómodas y chic
¿Plano o tacón? Esa es la cuestión. Como parte del fondo de armario veraniego, podemos optar por algo que esté a medio camino, sin dejar de lado el toque chic de la curva del empeine cuando se eleva: unas sandalias o ‘mules’ de cuña. Este tipo de tacón, tan adecuado para el día como para la noche, es mucho más ponible que el de aguja.
Las hay hasta inspiradas en stilettos, pero de cara al verano preferimos un poco de aire para lucir pies morenos con estas maravillosas temperaturas. Si no te van mucho las alturas, notarás las diferencia.
Un bolso de mano, look completo
Desde hace un tiempo, el bolso de mano, o clutch en inglés, también ha pasado a formar parte de un fondo de armario bien elegido. Antes considerado un accesorio más adecuado para la noche, cada vez se lleva más durante el día, con un formato más cercano al sobre: grande y liso.
Para que podamos considerarlo un básico, lo mejor es hacerse con dos bolsos de mano: uno en tonos neutros, como negro, blanco, rosa palo o camel, y otro con colores o acabados más atrevidos pero estándar, en plan rojo e incluso dorados y plateados de formas rectas y sencillas para dar un toque de glamur a tu outfit nocturno.
Básicos clásicos que pegan con todo y te sacan siempre de algún apuro. Y olvida las compras con prisas y de última hora para estar perfecta.