Dormimos sobre ellas todos los días, las utilizamos a menudo, a veces incluso como cojines, pero muchas veces nos olvidamos de que también las almohadas cogen polvo, se ensucian y que es importante lavarlas, al igual que hacemos con las sábanas, fundas, mantas….
Pese a que le pongamos una funda, al final las almohadas acaban almacenando polvo, bacterias e incluso pelos o pieles muertas. Una almohada sucia puede ser un claro foco de bacterias.
Cómo lavarlas
Lavar una almohada no es igual de fácil que hacerlo con nuestras sábanas. En primer lugar, debemos mirar la etiqueta con sus instrucciones de lavado para comprobar si se pueden meter en la lavadora o no.
En caso de lavarlas a mano, lo más aconsejable es que las metas en un recipiente grande o alguna pila donde quepan sin problema. Un buen lugar sería en la bañera.
Cúbrela de agua y echa detergente especial para el lavado a mano. Si tu almohada es de plumas o de materiales sintéticos, lo mejor será que utilices detergentes neutros.
Utiliza agua tibia y detergente. Deja la mezcla reposar durante quince minutos para que se empape bien y se eliminen los restos de suciedad que tenga.
A continuación, aclárala bien y espera a que se seque completamente, si puede ser al aire libre mejor que mejor.
Según el tipo de almohada
Algunas almohadas sí que permiten ser lavadas en la lavadora. Lo mejor será que no las mezcles con otras prendas y en el caso de que sean almohadas grandes, lávalas de una en una, no llenes al máximo el tambor de tu lavadora.
Las almohadas de látex o viscoelásticas están fabricadas con tratamientos antiácaros y antibacterias, por lo que su frecuencia de lavado puede ser mucho más bajo. Procura no lavarlas muy a menudo a excepción de que veamos alguna mancha en concreto. Eso sí, nunca metas en la lavadora este tipo de almohadas. Aun así hay otros tipos de almohadas que no cuentan con estos tratamientos antiparásitos. Por ello, te dejamos este artículo con trucos caseros y efectivos para eliminar los ácaros.
La frecuencia correcta sería lavarlas cada cuatro o seis meses.
También te contamos la importancia de lavar las sábanas 🙂