Ahorrar siempre es algo que agradecemos, ¿y por qué no hacerlo en nuestro día a día? Hay pequeños gestos en el hogar con los que podemos contribuir al ahorro energético.
Por eso, pon en práctica estos trucos, ¡el planeta y tu bolsillo te lo agradecerán!
Desenchufa los aparatos cuando sea posible
Aunque es evidente que no vas a desenchufar la nevera, sí hay otros electrodomésticos que deberías apagar por completo cuando no los utilices, como por ejemplo, los ordenadores. En ellos también puedes bajar la iluminación de la pantalla y quitar el salvapantallas para que se apague el monitor y no gaste energía.
Desconecta los periféricos cuando no los uses (impresora, escáner, altavoces…). Además, es importante que conectes todos a una misma regleta para optimizar el flujo de electricidad.
Atención a la iluminación
La iluminación tira de manera considerable del consumo eléctrico de la casa, en especial durante el invierno. Por eso, siempre que sea posible procura aprovechar la luz natural. También puedes apostar por colores claros para paredes y cortinas, pues reflejan la luz y reducen la necesidad de encender lámparas.
Apuesta por las bombillas de bajo consumo e interruptores con regulación de la intensidad de corriente. Por su parte, en las zonas de la casa donde pasas más tiempo es recomendable emplear lámparas de tubo fluorescentes.
Recuerda apagar la luz de las habitaciones en las que no vayas a estar.
Lava la ropa con agua fría
¿Sabías que los detergentes modernos son efectivos incluso con agua fría? La caliente solo hace falta para manchas realmente difíciles de quitar.
Además, cuando lavas en frío cuidarás más los tejidos y se mantendrán durante más tiempo los colores de las prendas.
Ahorra con tus electrodomésticos
No pongas tu frigorífico a una temperatura muy baja, ya que si no, hará un sobreesfuerzo para mantenerse todo el tiempo en esa temperatura. Lo ideal para conservar bien tus alimentos es tenerlo a 4ª.
Por otro lado, no mantengas la puerta de tu nevera mucho tiempo abierta, ya que lo único que conseguirás es que se vaya el frío y el frigorífico tendrá que hacer nuevamente un esfuerzo para conseguir la temperatura óptima.
Para la lavadora y el lavavajillas se aplica el mismo principio: ponla siempre con la carga al máximo. Aun así, los modernos tienen distintos programas ecológicos y de lavado rápido que puedes utilizar. En función de la carga, puedes mirar en las instrucciones de tu electrodoméstico cuál es el programa más conveniente.
Por último, a la hora de cocinar con tu horno y vitrocerámica ten en cuenta que cuanto más pequeño sea el recipiente, menos energía consumirá. Tapa los recipientes y apaga antes de tiempo los electrodomésticos para aprovechar el calor residual. No abras la puerta del horno antes de acabar la cocción y utiliza recipientes de fondo grueso, porque reparten mejor el calor.
La correcta limpieza de los electrodomésticos es fundamental para su correcto funcionamiento. Mira cómo limpiar la vitrocerámica 😉
¿Y tú? ¿Qué trucos utilizas para ahorrar? Compártelos con nosotros en los comentarios