Un fondo de armario repostero en cualquier cafetería o pastelería: el carrot cake o tarta de zanahorias. Pese a ser una receta inglesa, hizo tanto furor en Norteamérica que se la considera uno de los cakes fundamentales de su repostería. Su textura jugosa y su sabor especiado la hacen ideal para acompañar cualquier infusión con miel o simplemente un buen vaso de leche.
Precalienta el horno a 160°C para que esté listo a la hora de introducir la masa del carrot cake. Por otra parte, saca la mantequilla y el queso crema de la nevera para que se encuentren a temperatura ambiente y con textura en pomada a la hora de elaborar la cobertura.
Haz pasar a través de un tamiz, cedazo o colador de malla fina la harina, la levadura y la canela, de modo que te asegures de que todos los ingredientes en polvo se encuentran sueltos y sin grumos. Resérvalos.
Lava y pela tanto las zanahorias como las manzanas. Rállalas con un rallador o un robot de cocina. No deben quedar trozos grandes que puedan notarse al masticar pero tampoco es conveniente una textura tipo puré.
Pica las nueces a cuchillo o con un robot de cocina hasta obtener trocitos pequeños pero no una molienda.
Mezcla el aceite de girasol y el azúcar moreno, batiendo con una espátula de silicona hasta que se integren.
Casca los huevos en una superficie diferente al recipiente en el que los vas a verter, en este caso, el recipiente que contiene el azúcar y el aceite. Agrégalos uno por uno y mézclalos completamente antes de agregar el siguiente.
Añade el yogur y remueve hasta obtener una mezcla homogénea.
Añade los ingredientes secos poco a poco y sin dejar de batir con la espátula para que se integren sin hacer grumos.
Finalmente, incorpora la zanahoria y la manzana ralladas y las nueces picadas y sigue removiendo de manera suave hasta que todo quede mezclado.
Prepara un molde desmontable forrando la base con papel sulfurado, de horno o vegetal y engrasando los laterales con aceite de girasol o mantequilla. Una vez esté listo, vuelca la masa en el molde y mételo todo en el horno durante una hora o hasta que al pinchar el bizcocho con una brocheta o un cuchillo fino éste salga limpio. Si ves que durante el horneado la capa superior se tuesta demasiado, coloca un papel de aluminio sin apretar sobre el molde. Cuando lo saques, déjalo enfriar completamente sobre una rejilla.
Mientras el bizcocho se hornea, prepara la cobertura. Pica gruesamente o directamente parte en trozos con las manos las nueces. Mezcla el queso cremoso, la mantequilla, el azúcar glas y la esencia de vainilla (estos dos últimos ingredientes pueden combinarse en un bote de azúcar vainillado) hasta que el resultado sea una crema uniforme.
Corta por la mitad el bizcocho y rellénalo con una capa de crema de queso y mantequilla. Cubre la parte superior con otra capa de crema y reparte los trozos de nueces por encima. ¡El carrot cake está listo para servir!
Prepara la crema de tu carrot cake con la mantequilla DIA y el queso cremoso DIA y disfruta de su sabor y su textura increíblemente untuosa y suave.
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Uno de nuestros postres favoritos, además de facil de realizar.