“Los pimientos de padrón unos pican y otros no”. Seguro que en más de una ocasión has dicho u oído este refrán tan popular cuando has probado una ración de estos pequeños pimientos. Originarios de la localidad gallega de Padrón, son una delicia, suelen degustarse como aperitivo y su preparación es tan sencilla que hasta el más negado en la cocina podría hacerte unos pimientos de padrón para chuparse los dedos.
Una vez servidos, llega los más divertidos, pues alguna pican y otros no. ¿Cómo saber distinguirlos? Pues bien, parte del encanto de cocinar y comer pimientos de padrón es que no lo sabes hasta que no te los metes en la boca.
En su origen, los pimientos de padrón picaban todos cuando se cultivaban en américa. Pero desde que se comenzaron a cultivar en Galicia, esto ya no es así.
La explicación a este picor intenso la encontramos en la Capsicina, una sustancia que la planta genera para evitar que los animales no se coman los frutos y sus semillas. Pues bien, parece que los pimientos que menos agua reciben y les da más el sol son los que más pican, mientras que los que reciben más agua y menos sol, no pican.
Esta sería la razón por la cual los pimientos que se recogen en agosto son mucho más picantes que los que se recogen en cualquier otra época del año.
Ahora bien, ya sabemos que unos pican y otros no. Pero, ¿hay alguna manera de que no pique ninguno y así comer una ración sin miedo? Pues sí, sí lo hay. Lo mejor es que quitar la parte del rabo y eliminar las pepitas antes de freírlos.
Inmediatamente después los introducimos en agua hirviendo con sal y así conseguiremos que dejen de picar.
Por el contrario, si lo que quieres es mantener el encanto de la incertidumbre antes de morder un pimiento de padrón, déjalos según los han recogido de la planta y sigue la receta de pimientos de padrón que te hemos compartido al principio.
Para saber cuánto pican los pimientos de padrón solo hay que probar uno. El grito que pegarás será importante. Pero aunque no lo creas, hay una forma de medir el picor de los alimentos. Se trata de la Escala Scoville y la unidad de medida son los SHU (Scoville Heat Units).
Según esta escala, un pimiento verde normal tendría 0 SHU, mientras que un chile habanero alcanzaría entre los 100.000 y 350.000 SHU. Por su parte, el alimento que nos ocupa, el pimiento de padrón picante llega a los 2.500 y 5.000 SHU. No está nada mal, ¿verdad?
Y si fácil es la forma de cocinar los pimientos de padrón no mucho más complicado es cultivarlos. De esta forma disfrutarías de tus propios pimientos cuando lo desees y no tardando mucho. Pues desde que lo siembras hasta que los recoges apenas tardan unos dos meses.
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