Siempre a mano en nuestro neceser o tocador, el maquillaje y los cosméticos son productos que muchos utilizamos a diario. Sí sí, aquí no solo hablamos de mujeres: cada vez más hombres utilizan cremas hidratantes, contornos de ojos, productos para el pelo… ¡Cuidarse ya no es solo cosa de ellas! Y de la misma forma que nos cuidamos, también tenemos que cuidar de nuestros cosméticos. ¿Pensabas que duraban para siempre? ¡Incorrecto! Sigue leyendo para aprender cómo cuidar de tu maquillaje y cosméticos y así prolongar su vida.
Los cosméticos también caducan
Así es: al igual que la comida, el maquillaje, las mascarillas o las sombras de ojos o los contornos también tienen fecha de caducidad. Normalmente, viene indicada en el propio bote o frasco, con un pequeño numerito seguido de una letra “M”. Este número nos dice cuántos meses podemos utilizarlo desde que lo abrimos. Es un plazo orientativo, pero nos da una idea de cuándo un producto puede empezar a estar en mal estado.
Cuando los cosméticos caducan, su efecto se reduce. Esto ocurre especialmente en productos de maquillaje en polvo, como coloretes o polvos matificantes. En el caso de productos húmedos (cremas, champús, sprays…), es posible que también se estropeen los productos químicos que los componen, llevando a que cambien de olor y puedan llegar a irritar nuestra piel. Por este motivo, hay que prestar especial atención a su fecha de expiración y tirar aquello que pueda llevar abierto más del tiempo recomendado por la marca. Ante la duda, ¡mejor no arriesgarse!
Los cosméticos… ¡bien cerrados!
A pesar de estar dentro de la fecha en la que se recomienda su utilización, hay ciertas costumbres que pueden acelerar el deterioro de los cosméticos. La más grave (y la más frecuente) es no cerrarlos bien tras su utilización. Los champús, las cremas, las espumas… Todos estos productos están pensados para mantenerse en frascos cerrados, en temperaturas normales, lejos de luz solar y de otros elementos químicos. Cuando dejamos el frasco abierto, el contacto con el aire hace que se rompa el ambiente cerrado en el que debería estar, llevándolos a estropearse.
Cuando termines de usarlos, asegúrate de que has cerrado bien el bote y está guardado lejos del contacto directo con los rayos del sol.
Prolonga la vida de tu maquillaje
Al entrar en contacto directo con la piel y los ojos, es de vital importancia que el maquillaje esté bien cuidado. Para esto, hay ciertas medidas sencillas que nos ayudarán a mimar un poco nuestros productos y así darles una vida más larga:
- Es costumbre guardar el maquillaje en el baño, pero esto es un error: la humedad que se concentra en el aire cada vez que nos duchamos puede estropear los productos, especialmente los polvos. Mejor guárdalo en tu habitación, en un pequeño tocador o un cajón de la cómoda.
- Guarda el maquillaje siempre en un neceser o caja cerrada, para evitar que le de la luz. El contacto con los rayos del sol pueden alterar su composición y estropearlos.
- Limpia las brochas con regularidad: si estás metiendo una brocha sucia en un producto, las bacterias acumuladas se terminan depositando en el maquillaje y aceleran su caducidad.
Siguiendo estos consejos, seguro que consigues sacar más uso de tus cosméticos. ¿Quieres conocer los trucos más útiles de maquillaje y belleza? ¡Clarel te los cuenta todos en su blog!