Cuando nos despertamos por la noche o no podemos dormir, probamos con remedios que nos ayuden a descansar, como tomar infusiones para dormir bien o practicar técnicas de relajación, entre otras. Sin embargo, cuando la causa de estos desvelos es una pesadilla, la cosa es bien distinta y poco o nada pueden hacer estos tips. Si eres de los que sufre miedos nocturnos con cierta frecuencia, toma nota sobre los siguientes consejos para saber cómo evitar las pesadillas.
¿Qué es una pesadilla?
Antes de plantarle cara a las pesadillas, es necesario saber qué son y cuál es su origen. Debes saber que una pesadilla es un sueño que provoca sentimientos negativos, como puede ser el miedo o la ansiedad. Tal es el malestar que provoca que hace que te despiertes. Y aunque siempre suelen estar relacionados con los niños, aunque ellos tienden a sufrir más de terrores nocturnos que de pesadillas, lo cierto es que éstas pueden aparecer a cualquier edad.
Trucos para evitar las pesadillas
Si estás atravesando un mal momento personal o profesional, estás nervioso, estresado, has sufrido un episodio traumático, es normal que sufras pesadillas de manera ocasional. Si éste es tu caso, no tienes por qué temer y con los siguientes consejos podrás evitar las pesadillas:
- Relájate antes de ir a dormir y sigue una rutina. Para ir a la cama relajado es importante que previamente hayas realizado actividades que te ayuden a frenar el ritmo acelerado del día. Escuchar un poco de música, ver la televisión o leer en la cama pueden ayudarte. Además, es importante que esto lo hagas de manera diaria y a la misma hora, para que tu cerebro y cuerpo se vayan preparando para el descanso.
- Cenas ligeras: No es muy recomendable irte a dormir con el estómago muy lleno, esto se debe a que, los alimentos contienen diferentes valores energéticos y a su vez aumenta la actividad cerebral.
- Pon el móvil en modo avión: La contaminación invisible de los móviles y la wifi dificulta conciliar el sueño y su calidad, de ahí que también pueda haber más pesadillas de lo deseadas.
- Quema las pesadillas: Si tienes una pesadilla recurrente, apúntala en un papel y luego tíralo o quémalo. Esta actividad se llama sueñoterapia y es una actividad muy recurrente en psicología y tiene como objetivo traer a la realidad algo que es intangible y quieres que deje de estar en alguna parte de tu cabeza.
Y si es tu hijo el que sufre pesadillas o terrores nocturnos:
- Mantén la calma. Si tu hijo se ha despertado sobresaltado y llorando, tú tienes que mantener la calma y transmitírsela.
- Intenta que te cuente qué le asusta: Pregúntale qué ha soñado y recuérdale que nada malo va a sucederle. Tiene que sentirse seguro.
- Que duerma con su juguete preferido: ya sea un peluche, un coche…
Cualquier cosa que le haga sentirse acompañado. También puedes probar a dejar la puerta de su habitación e incluso utilizar una luz de noche.
No obstante, si esto no funciona y las pesadillas son casi diarias, te impiden descansar adecuadamente y esto interfiere en tu rendimiento durante el día, es probable que necesites ayuda médica.
Si esto es así, el especialista, después de evaluarte, -incluso puede llegar a preescribirte un estudio del sueño nocturno (polisomnografía)-, puede recetarte un tratamiento farmacológico con el objetivo de solucionar el problema.
Si después de haber superado las pesadillas aún no consigues dormir debidamente, toma nota de los siguientes consejos para dormir bien.