El descanso diario es el factor más importante para que rindamos, estemos llenos de energía y afrontemos el día con ganas. Además, estar bien descansado influye directamente en nuestra piel, en la calidad del cabello y en nuestro aspecto general.
A veces, el sueño nos juega una mala pasada y sufrimos pesadillas, que hacen que durmamos tensos o nos despertemos de golpe con la sensación de no haber descansado nada.
Aunque no hay forma de eliminar las pesadillas por completo, ya que se trata de algo que ocurre en nuestro cerebro, sí que hay maneras de evitar que las pasemos. Si quieres dormir y descansar como un bebé, sigue estos consejos y también prueba estos alimentos que ayudan a dormir.
Mente sana en cuerpo sano
Nuestro estado físico afecta directamente a nuestras emociones. Esto ocurre también cuando dormimos. Por eso, tenemos que cuidar nuestro cuerpo para que nuestra mente también descanse al meternos en la cama.
Antes de irnos a dormir, tenemos que trabajar para que nuestro cuerpo esté cómodo. Es recomendable evitar los atracones y el alcohol para cenar. Cuando comemos mucho y muy pesado, el cuerpo trabaja mucho más para digerir la comida. Este proceso puede afectar a nuestro descanso y hacer que nuestra mente no esté relajada.
La mente necesita un proceso de relajación para conciliar el sueño. Antes de irte a la cama, evita los estímulos que la activen, como son la televisión, el ordenador o el móvil. En lugar de esto, lee algo ligero o escucha algo de música relajante. Así, poco a poco, tu cerebro irá relajándose y comenzando a entrar en un estado ideal para dormir. Si respetamos el proceso de conciliación de sueño, es muy probable que este sea tranquilo, sin pesadillas.
Una bebida caliente también ayuda a calmarnos. Hay muchas infusiones y tés aptos para la hora de dormir, con propiedades naturales relajantes. En la tienda online de DIA, tenemos una gran variedad de tés que facilitan la digestión y ayudan a conciliar el sueño.
La importancia del entorno
La habitación donde dormimos, así como lo que tenemos dentro de ella, también pueden impactar en la calidad de nuestro sueño. Cuando pasamos calor o frío, así como cuando hay luces que nos molestan, el descanso se ve perjudicado, pudiendo resultar en pesadillas. Antes de dormir, asegúrate de que la habitación está ventilada y de que la ropa de cama es la adecuada para la temperatura.
Aunque nos de pereza porque estemos cansados, siempre es una buena idea recoger un poco antes de acostarnos. Aunque tengamos los ojos cerrados, el cerebro recuerda el desorden y en algunas personas, esto genera ansiedad e intranquilidad. Por eso, poner todo en su sitio ayuda a que durmamos relajados, y por tanto tengamos sueños tranquilos.
¿Cuáles son tus trucos para tener dulces sueños? Compártelos con nosotros, ¡así todos descansaremos mejor!