Si te estás preguntado cómo hervir patatas, debes saber que el secreto del éxito del cocinado es tener claro que no tienen nada que ver las patatas que se usan para freír con las que son buenas para cocer. Y es que aunque no lo creas, no todas las patatas son iguales. De hecho, en España tenemos más de 100 variedades diferentes. Hoy ponemos algo de luz en este tema y te decimos cuáles son las mejores patatas para cocer.
Para cocer patatas necesitamos tener una variedad que quede blanda tras el cocinado pero que no se deshaga. Y en ese sentido hay dos que nos pueden servir: la Monalisa y la Kennebec.
Empecemos por la primera. Las patatas Monalisa son medianas de tamaño y ovaladas en la forma. De color amarillento y muy suave al tacto. Pertenece al grupo de las variedades nuevas o tempranas, lo cual quiere decir que tiene un crecimiento muy rápido.
Su principal característica es que tiene un porcentaje muy elevado de almidón, lo que la convierte en una de las variedades con menos agua. Eso hace que a la hora de cocinar, ya sea hervir o freír, se mantiene bastante entera.
La segunda variedad de patata ideal para cocer es la Kennebec. También es una de las variedades más versátiles que hay. Suelen ser grandes, de crecimiento rápido y de un sabor intenso y agradable. Físicamente, es ovalada y tiene una piel muy fina. Su color es amarillento por fuera y blanco por dentro.
En cuanto al sabor, es fuerte e intenso. También es muy almidonada, con poco agua, por lo que al igual que pasa con Monalisa, se queda bastante entera después de cocerla.
A la hora de cocer patatas, el tiempo de ebullición necesario para que la patata quede blanda va a depender del tipo de patatas que estemos cociendo y el tamaño. Por regla general, y si cocemos el tipo de patata que hemos aconsejado, el tiempo de cocción es de unos 20 minutos para los ejemplares medianos y puede llegar a 30 minutos si son más grandes.
No obstante, la prueba definitiva para saber si una patata está o no está cocida del todo, más allá de esperar al tiempo de rigor, es introducir un cuchillo en el interior de la patata y comprobar si ésta se parte con facilidad. Si cuesta pinchar la patata, aún le queda tiempo cociendo. Si por el contrario, eres capaz de partir la patata con facilidad, estará lista para retirar del fuego.
Otra de las grandes dudas que surgen cuando nos preguntamos cómo cocer patatas es si estás deben tiene piel o no. Pues bien, puedes cocer patatas de las dos formas, aunque si cocemos las patatas con piel conseguiremos un resultado mucho mejor si las cocemos peladas. La piel les aporta más sabor y consigue que se mantengan las propiedades de las palabras. Y de paso, evitamos que se rompan.
Hay dos formas de hervir patatas. Veámoslas:
Algo de lo que no podemos olvidarnos a la hora de explicar cómo hervir patatas es explicar cómo pelarlas después.
Tienes dos opciones, sacarlas y dejarlas enfriar. Cuando ya estén frías les haces un corte en la piel en el medio de la patata y estiras de ambos extremos retirando así la piel.
También puedes introducir las patatas cocidas en un bol con hielo y dejarlas durante un minuto para que éste baje su temperatura y la piel se retraiga. A continuación, estira de la piel a ambos extremos de la patata y comprobarás como la piel sale con muchísima facilidad.
Ya tienes cocidas y peladas las patatas, listas para utilizarlas en algún rico plato, como por ejemplo los cachelos. ¿Te parece que recordemos cómo se hacen los cachelos?
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