Cómo limpiar la vitrocerámica correctamente

Cuando nos ponemos a cocinar, siempre ensuciamos más de lo que esperamos: aceite que salta, algún ingrediente que se nos cae fuera… A veces nos entran dudas sobre cómo limpiar la vitrocerámica correctamente.

Debemos tener mucho cuidado con la superficie, ya que se puede estropear y rayar fácilmente si no la cuidamos como se merece.

Cuida tu vitrocerámica día a día

Cada vez que la utilices, lo mejor es esperar a que se enfríe y a continuación limpiarla para evitar que quede ninguna mancha incrustada.

Para su limpieza, no uses estropajos ni esponjas que no sean aptos para estas superficies. Utiliza papel de cocina o una bayeta que utilices exclusivamente para limpiar la placa.

Por otro lado, también es muy importante que utilices las sartenes y las ollas adecuadas para la vitrocerámica y que tengan un fondo liso. Lo ideal es que sean igual de grandes que el diámetro del centro de calor de la placa.

Además, también hay productos específicos para limpiar la vitrocerámica, puedes usarlos en el uso diario para eliminar cualquier resto de suciedad.

Una limpieza más profunda

Para eliminar las manchas y residuos que hayan quedado pegados, lo mejor es utilizar una rasqueta apta para vitrocerámicas. Este utensilio tiene una cuchilla que no rayará tu vitro pero que sí te ayudará a eliminar los restos.

Para conseguir mantener su brillo, pasa una vez a la semana una mezcla de agua y vinagre y deja que se seque sola. ¡Notarás la diferencia!

En el caso de que haya una mancha que no consigas eliminar con nada, coge un cubito de hielo y pásalo varias veces sobre la mancha, de este modo reblandecerás la mancha. A continuación, utiliza la rasqueta. En el caso de que sea necesario, échale también unas gotitas de limón y verás el resultado. Así se reblandecerá la mancha.

¿Y tú? Utilizas algún truco para mantener como nueva tu vitrocerámica?

También te damos unos consejos sobre cómo limpiar la cristalería y de que tipo de cocina es mejor si el gas o la inducción 🙂