Cómo llenar el carro de enero y ahorrar

Enero es el mes de los gastos, el mes de la cuesta. Sin duda, son días difíciles y se hace duro volver a la normalidad después de las fiestas. Esta época se puede alargar durante todo el mes y hay que controlar mucho los gastos.

El sitio en el que mejor podemos ahorrar es en la cesta de la compra.

Con un poco de paciencia y cabeza, y siguiendo estos trucos, podemos ahorrarnos unos cuantos euros. Así, se hará más llevadera esta transición hacia el mes de febrero.

Haz una lista detallada

Antes de ir a hacer la compra al supermercado, haz una lista de lo que necesitas. Suena evidente, pero es muy necesario. Además, debe ser una lista detallada, que especifique cantidades de cada cosa, para evitar comprar de más. También, es aconsejable revisar primero la nevera, el congelador y las despensas para no olvidarnos de la comida que todavía podemos aprovechar y no compremos de más.

Hay muchas aplicaciones para tu móvil que te ayudan a confeccionar una lista de la compra al detalle. Además, puedes guardarla como lista habitual y tenerla siempre a mano cuando vayas al supermercado.

Ir a hacer la compra solo

Muchas veces, ir toda la familia junta a hacer la compra puede ser contraproducente. Los niños se aburren y empiezan a pedir caprichos, unos a otros nos intentamos convencer para comprar ciertos productos en lugar de otros, etc. Según un estudio de la OCU, las personas que van de compras acompañadas gastan más en cosas que no necesitan que las que van solas.

Por eso, lo mejor es evitar llevar a los niños, para que no nos distraigan ni sucumbamos a lo que nos piden. Y siempre que podamos, acudiremos solos a comprar. Así, podremos marcar nuestro propio ritmo y no nos distraeremos tan fácilmente con productos que no nos hacen falta.

Aprovecha los descuentos

Revisa todas las ofertas disponibles. Muchas veces, los establecimientos publican las ofertas que tienen vigentes en su página web. Darse un paseo virtual por los escaparates para ver qué productos están de descuento nos puede ayudar a hacernos una idea de lo que podemos ahorrar.

Una vez en el supermercado, abriremos bien los ojos para no perder ninguna oferta específica de la tienda. Especialmente en productos como detergente de lavadora o latas de conservas, podemos aprovechar ofertas de dos por uno, o la segunda unidad a mitad de precio, que son muy comunes.

Conserva la comida más tiempo congelándola

Comprando la carne por piezas enteras podemos ahorrar bastante, ya que al comprarla despiezada, el precio por kilogramo tiende a ser algo más caro. Al llevarlo a casa, se puede despiezar y congelar lo que no se vaya a utilizar de inmediato. Así tendremos reservas para preparar comidas más adelante.

Algo que nos hace gastar dinero es tener que tirar comida porque se pone mala. Esto puede evitarse planeando las comidas y congelándolas. Piensa con antelación en platos que puedas hacer con los ingredientes que tienes en el frigorífico, prepara varios seguidos y congélalos. Así, aprovecharás toda la comida y siempre tendrás comida lista para aquellos días que llegues cansado y no te apetezca cocinar.

Optar por las marcas blancas

Cada vez son más las marcas blancas que venden todos los productos que necesitamos a un precio bastante más bajo. La diferencia entre comprar las marcas de siempre y decantarse por las blancas puede suponer un ahorro de varios euros en el precio final de la compra.

Siguiendo estos consejos y concienciando a toda la familia, ¡seguro que la transición hacia febrero se hace más llevadera!