Los ojos son una de las partes que más opciones nos da a la hora de maquillar: podemos usar sombra, eyeliner, lápiz, máscara de pestañas… Pero a muchas nos surge una duda: ¿nos rizamos las pestañas?
Rizarse las pestañas puede dar el toque final a un look, pero muchas todavía no se atreven a comprarse un rizador y ponerse manos a la obra.
El secreto para rizarse las pestañas es utilizar un buen rizador y tener paciencia y habilidad. Si todavía no sabes cómo se utiliza esta pequeña herramienta, ¡te enseñamos!
Invierte en un buen rizador
El primer paso es hacerse con un buen rizador. Las pestañas son muy delicadas, por lo que debemos invertir en uno que sea bueno, con una goma de calidad y una forma que se adapte a nuestros ojos. Si el rizador de pestañas es bueno, no hará falta presionar mucho para rizar. Si no estás segura de cuál elegir, déjate asesorar por los maquilladores en las tiendas, ¡ellos saben lo que funciona mejor para cada clienta!
Preparados, listos… ¡a rizar!
Para conseguir el mejor efecto y cuidar las pestañas, lo más recomendable es rizarlas antes de maquillar, mientras están completamente limpias. Así es cuando más fuertes están y no hay riesgo de que se rompan por hacer demasiada presión. Evita siempre rizarlas después de aplicar la máscara, porque las endurece y podrían partirse.
Sujeta el rizador con firmeza e introduce las pestañas entre la goma y la parte superior. Antes de apretar, presiona suavemente para asegurarte de que no esté demasiado cerca de la piel del párpado. Cuando esté en su sitio, aprieta con suavidad en la raíz y, después, repite el proceso en la mitad de las pestañas.
Una vez rizadas, puedes maquillar los ojos. Verás cómo la máscara se aplica con facilidad. ¡El resultado es sorprendente!
Cuida tu rizador
Para asegurar que siempre nos de el mejor resultado, es importante que el rizador esté siempre a punto. Por eso, debes limpiarlo siempre después de cada uso, para quitar cualquier resto de maquillaje o suciedad que haya podido quedar. Límpialo con un algodón y un poco de agua templada con jabón. Si tiene suciedad incrustada, puedes utilizar desmaquillante de ojos para eliminarla.
Aunque tengamos cuidado, la goma se termina desgastando con el uso. Por eso, es importante cambiarla cada tres o cuatro meses, o cuando notemos que pierde elasticidad y grosor.