La fotografía en conciertos es, para muchos, una de las más complicadas. Durante estos eventos, cobran protagonismo puestas en escena y juegos de luces que, generalmente, son difíciles de capturar.
Los cambios de luminosidad, destellos y control del contraste son algunos de los elementos que hay que tener en cuenta a la hora de sacar buenas fotografías.
Además, contamos con factores externos incontrolables que entorpecen la tarea. Entre ellos, la imposibilidad de controlar lo fotografiado, ángulos de visión poco flexibles o asistentes que se meten en medio constantemente.
Hoy compartimos contigo una serie consejos que te ayudarán a combatir estos obstáculos para sacar las mejores fotografías del evento. Ya sea con tu cámara, móvil u otro dispositivo, conseguirás que ningún músico se te resista.
Este será el punto de comienzo. Antes de ponerte como loco a sacar fotos, es recomendable dedicar un momento a analizar tu posición. ¿Dónde estás situado? ¿Cuál es tu ángulo de visión? ¿A quién tienes en frente?
Una vez tengas clara tu posición, y antes de que empiece el show, puedes incluso practicar un poco. Saca algunas fotos de prueba para hacerte una idea de cómo saldrán. Así, podrás ir adaptándote hasta que des con una que te convenza. Más vale prepararse antes que sacar un puñado de fotos malas y darte cuenta al terminar el concierto…
Regla número uno de la fotografía en conciertos. ¡Y también el error número uno! Si has estado en un concierto antes, seguro que recuerdas flashes de fotografías destellando constantemente. Pero, lo cierto es, que no sirven para nada. A no ser que estés en primerísima fila, el flash pierde totalmente su funcionalidad.
Así que, ¡huye de él! En su lugar, utiliza las luces estroboscópicas como flashes externos. Aprovecha sus destellos y reflejos para iluminar tus capturas. Incluso, puedes tratar de descifrar la frecuencia con la que aparecen y ajustar tus disparos a ella.
En ocasiones de poca luz, lo más aconsejable es optar por el enfoque manual o enfoque en el punto central. Presiona en el centro de la imagen, encuadrando al elemento o persona que quieras captar, y mantenlo presionado hasta que se vuelva nítido.
Esto hará que el resto de la imagen se desenfoque, dándole todo el protagonismo al sujeto central. Además de ayudarnos a sacar fotos más artísticas, es una técnica fantástica para capturar momentos que, con el enfoque automático, serían imposibles debido a la tardanza en enfocar. ¡Pruébalo y nos cuentas!
Otra opción son las ráfagas. Aunque la calidad no sea la mejor, es una buena técnica para conseguir muchas capturas de una vez y sin demasiado esfuerzo. Además, logra fotos naturales, captando y manteniendo la esencia del momento.
Muchas saldrán borrosas, pero seguro que alguna que otra te sorprende. Eso sí, no te pongas a revisarlas ahí mismo, ¡no verás nada!
Congelar momentos y poder llevártelos a casa es estupendo, pero no hay nada mejor que tenerlos grabados en tu mente. Así que no te obsesiones con las fotos. Dedícale un par de momentos de vez en cuando, pero no pierdas demasiado tiempo en ello o te perderás la esencia del concierto.
Si tus fotos no están saliendo bien, guarda el móvil y disfruta del momento. ¡Difícilmente vivirás otro igual!
¿Qué te han parecido nuestros consejos? ¿Tienes alguno más que quieras compartir con nosotros? ¡Cuéntanoslo! 😉
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