La vida está para hacerla divertida, romper con la monotonía y llenarla de color. Por eso, customizar una vajilla básica y personalizarla a tu gusto es una idea genial. Además, te permitirá presumir de tener un conjunto único y exclusivo diseñado para ti y por ti.
Si en casa dispones de elementos de cocina que te resultan sosos o estás a punto de comprar una porcelana nueva, pero no quieres gastar mucho dinero, hazte con una vajilla sencilla y conviértela en una de diseño dibujando sobre ella un estampado creativo y original. Desde una frase o un nombre, hasta formas geométricas, grecas, elementos de la naturaleza o cualquier cosa que se te ocurra. ¡Imaginación al poder!
Los utensilios que necesitas son:
- Varios rotuladores para porcelana de colores.
- Una vajilla sencilla, ya sean tazas, bols, platos, jarras, fruteros, bandejas.
- Un paño.
- Un bote de alcohol.
- Un horno.
Tu diseño, paso a paso:
- Limpia todos los elementos con un paño impregnado en alcohol e intenta que no quede polvo sobre la loza.
- Elige el estampado que quieres plasmar sobre tu nueva vajilla de diseño: frases, nombres, flores, animales, cenefas…
- Una vez tengas en mente la creatividad, puedes aplicar dos técnicas. Bien dibujar el diseño directamente sobre la cerámica, o bien, si te da más seguridad, trazarlo antes sobre papel con un lápiz blando. Debes transferirlo luego a la pieza en cuestión pegando el papel sobre ella. Frota el dibujo con los dedos para que quede marcado sobre la cerámica. Posteriormente, repásalo por encima con el rotulador.
- Una vez terminado, déjalo secar cuatro horas al aire. Mételo después en el horno a 160 ºC durante otras dos horas.
- Antes de retirar el estampado, déjalo enfriar completamente.
Lo mejor de que la vajilla esté completamente diseñada por ti, es que no tiene que quedar perfecta. Las imperfecciones pueden ser incluso atractivas.
En cualquier caso, si no quieres lanzarte a la aventura, siempre puedes recurrir a una plantilla adhesiva que te permite elegir entre varios diseños. Es una apuesta segura si las manualidades no son lo tuyo, ya que solo tendrás que ir rellenando el dibujo marcado y, al final, despegarla.
Lo bueno del DIY (siglas en inglés de ‘hazlo tú mismo’), es que engancha y seguro que te lanzas a hacer a tus familiares y amigos un regalo original y personalizado para una ocasión especial. ¿Te imaginas la cara que se le quedaría a tu madre si le llegara una taza con su nombre, una dedicatoria o una caricatura suya?
Otra idea es personalizar la vajilla para las diferentes temporadas del año. Por ejemplo, ahora que llega el verano, puedes dibujar soles o castillos de arena y, en otras épocas, como Navidad o Semana Santa, árboles, bolitas navideñas y huevos de pascua.
Una vez comiences a dar uso a tu vajilla nueva, no tengas miedo de lavarla como venías haciendo hasta ahora. El dibujo permanecerá intacto a lo largo del tiempo. Y si en algún momento empieza desgastarse el color, siempre podrás volver a repasarlo por encima y repetir el proceso.
Imágenes: The Sweetest Occasion y Second Street.