Este puente da el pistoletazo de salida a la temporada de esquí. Llevamos meses esperando para poder disfrutar de nuestro deporte favorito: por fin ha llegado el momento.
Pero antes de coger nuestros esquís o tabla de snowboard y subir a la montaña, echa un vistazo a estos consejos 😉
Antes de ir
Comprueba que el material de esquí de otros años está en buen estado. Ten en cuenta que, al llevar meses sin usarlo, los esquís pueden necesitar un encerado para que se deslicen mejor.
Además, comprueba qué tiempo va a hacer y el estado de las pistas en la estación a la que irás. Plantea cuántos días estarás en ese lugar, si quieres ir todos a esquiar o si quieres aprovechar para hacer otras actividades también.
Durante el viaje
La vestimenta y los materiales de calidad serán una parte importante a la hora de practicar nuestro deporte favorito. Recuerda que es importante utilizar siempre un casco para evitar posibles lesiones, y gafas de sol o ventisca para proteger nuestros ojos.
Por otro lado, la piel es una de las que más sufre con el frío; las bajas temperaturas y el sol pueden dañarla y quemarla. Utiliza crema solar de protección total para tu cara y usa un protector solar para los labios.
Si es la primera vez que vas a esquiar…
En primer lugar, es importante que elijas unos esquís y unas botas de calidad y que se adapten bien a ti, así tendrás menos posibilidades de sufrir lesiones. Si nunca has esquiado, no te lances sobre tus esquís sin pensarlo, lo mejor será que te apuntes a una clase de iniciación o que vayas con alguien dispuesto a enseñarte.
Comienza probando por las pistas verdes y azules, que son las que menos dificultad conllevan. Cuando vayas cogiendo confianza ya podrás ir probando otro tipo de pistas.
Ten en cuenta que necesitarás más de un día para comenzar a tener la estabilidad sobre los esquís. Es probable que te vengan pensamientos negativos que te hagan desistir, pero no les hagas caso, esfuérzate, que seguro que el día siguiente irá todo mucho mejor.
¿Y la comida?
Lo mejor será que desayunes bien antes de lanzarte a las pistas. Las estaciones de esquí suelen cerrar sobre las 17 horas, por lo que si quieres aprovechar al máximo, lo mejor será que prepares algún tentempié para media mañana.
Cuando termine la jornada, prepara una gran merienda-cena. Los platos calientes como las sopas son básicos para conseguir que nuestro cuerpo entre en calor.
Procura que tu dieta sea rica en hidratos de carbono y proteínas para reponer las reservas de glucógeno que pierdes esquiando.
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