¿Te duele la cabeza e incluso crees que tienes fiebre? Seguro que, en más de una ocasión, te has preguntado qué tomar para aliviar los síntomas o como equipar tu botiquín: ¿Paracetamol o Ibuprofeno? Existe cierta creencia de que ambos compuestos son iguales y que tienen los mismos efectos. Lo cierto es que existen diferencias importantes.
Analizando cada uno de los fármacos, los médicos recomiendan que, en caso de que haya dolor, el analgésico que se debe tomar es el paracetamol. Siempre que, no exista ninguna inflamación. Además, tiene menos efectos secundarios. Por tanto, sería la mejor opción para estados gripales, dolor de cabeza, huesos e incluso si tienes fiebre, ya que es un excelente antitérmico.
Por el contrario, si el dolor está acompañado de la inflamación de algún tejido, lo mejor es que tomes Ibuprofeno. De hecho, está indicado para dolores menstruales, dolor de cabeza (que no sean migrañas), dolores dentales, dolores musculares, dolor de garganta, artritis, faringitis, dolor provocado por torceduras o esguinces, etc.
¿Para qué sirve el paracetamol?
Tal y como te hemos contado, el paracetamol tiene propiedades analgésicas y es antitérmico, pero no antiinflamatorio. Es decir, fundamentalmente es un fármaco que sirve para combatir el dolor y la fiebre.
En este caso, las marcas comerciales más conocidas son el Gelocatil, Efferalgan, Termalgin o Xumadol, mientras que, en el caso de los niños, el no menos conocido Apiretal. Como otros muchos fármacos, sus tipos de presentaciones varían, desde los comprimidos a las soluciones orales, granulados, supositorios, etc. En este caso, las dosis más habituales son las de 500, 650 mg y la de 1 gramo.
La gran diferencia con el Ibuprofeno es que no tiene efectos secundarios que afecten al estómago. En cambio, sí puede dañar el hígado si su consumo es excesivo. De hecho, el paracetamol no está indicado para personas que sufren insuficiencia hepática.
¿Y el Ibuprofeno?
Por su lado, el Ibuprofeno, además de para el dolor y la fiebre, sirve para la inflamación.
Al igual que el paracetamol, también tiene su versión infantil, que es el archiconocido Dalsy. También, existen otras marcas como Pirexin o Junifen. En cuanto a la tipología de este fármaco, las dosis más habituales son las de 400 y 600 mg, con presentaciones que van desde los comprimidos a los granulados, supositorios, soluciones orales, etc.
En cuanto a las posibles reacciones, al tratarse de un fármaco antiinflamatorio, su principal defecto es que su abuso puede resultar perjudicial para el estómago. Es por esto, por lo que recomiendan tomarlo durante las comidas junto a un protector gástrico, en el caso de que tengas que tomarlo reiteradamente. Además, varios estudios destacan también que, un consumo excesivo de Ibruprofeno puede tener también consecuencias negativas para el corazón. Por otra parte, el Ibuprofeno se desaconseja en pacientes que sufren úlcera gástrica, insuficiencia renal o hepática grave, además a personas con hipertensión.
Por último, para que ambos fármacos sean efectivos en sus respectivas dolencias, han de conservarse adecuadamente y teniendo muy presente la fecha de caducidad. Si se te ha pasado la fecha en alguno, descubre qué hacer con los medicamentos caducados.