El portal de Belén ocupa un lugar importante en los hogares españoles. Las situaciones más comunes son la entrada y el salón. Quizá sea porque son estancias muy concurridas o donde se pasan momentos de tranquilidad.
Los protagonistas de la historia son, como todos sabemos, la Virgen María, San José y el Niño Jesús, que nace el 25 de diciembre. De hecho, en muchas casas, el Belén se limita al Nacimiento, formado por estas tres figuras, más la mula, el buey y un arcángel. Algunos completan el Nacimiento con los tres Reyes Magos ofreciendo tres regalos al niño que salvaría al mundo: oro, mirra e incienso.
Una manera muy activa de vivir esta tradición cristiana junto al Belén es recreando la historia a medida que pasan los días. Una forma divertida y entrañable de acercarse al sentido de la Navidad. Involucra a los niños de la casa para que se encarguen de mover las figuras y recrear la historia.
Por ejemplo, si tu Belén incluye a los Reyes Magos, haz que atraviesen el desierto siguiendo a la estrella de Oriente. Para ello, coloca a Melchor, Gaspar y Baltasar con sus camellos en el lado opuesto de donde se encuentra la Santa Familia y, a medida que van pasando los días, hasta el 6 de enero, los Reyes van dando pequeños pasitos hacia el portal.
En este camino se puede incluir una parada en el castillo de Herodes. Es donde pernoctaron los Magos antes de llegar a Belén. Además, la colocación del castillo sobre una colina, donde antiguamente se localizaba la residencia del gobierno, da lugar a la construcción de un pueblo a los pies de la misma.
Para un Belén aún más vistoso y completo, incluye al resto de personajes implicados en el nacimiento de Jesús. Por ejemplo, los pastores que llegan al establo con sus rebaños y la reunión que tuvieron con el ángel que les anunciaba la llegada del hijo de Dios.
Las diferentes profesiones típicas de la época y habituales en el pueblo también aparecen representadas en el Belén. El carpintero que trabaja sus pequeñas piezas de madera, el panadero amasando pan, las costureras con sus labores, las lavanderas limpiando pañales para el Niño en el río y los granjeros cuidando de sus gallinas, polluelos, vacas, ovejas y cabras, pastando en el campo.
También se pueden incluir huertos con sus hortalizas y rastrillos.
Las zonas verdes suelen representarse con musgo, o en su defecto, hay quien utiliza serrín verde. Los caminos pueden representarse con serrín, arena o piedras según las preferencias.
Elabora el río con papel de plata p plastilina azul y blanca. Puedes hacer el efecto del agua o sistemas eléctricos de agua para ríos y pozos.
La luz es importante para representar las escenas diurnas y nocturnas. Lo mejor es utilizar luces blancas aunque, también, se pueden emplear rojas. Así, podrás hacer una hoguera que dé calor en las frías noches para calentar al niño en el pesebre. También fogatas para los pastores o en el interior de las casas del pueblo.
Se pueden usar luces con temporizador para que hagan el efecto de anochecer y amanecer en el cielo. También se puede usar una luz fija iluminando la escena de la Santa Familia en todo momento.
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