El desayuno: la comida más importante del día

Dicen los expertos que para mantener una dieta equilibrada debemos comer cinco veces al día: desayuno, comida, cena y dos pequeños tentempiés entre estas tres.

Eso sí, comer cinco veces al día no significa que todo valga ni que debamos llenarnos, se trata de que el cuerpo haga la digestión en intervalos repartidos y sin que tenga que ser un proceso brusco para él.

Por eso es recomendable que la alimentación sea variada y sana y hay que saber qué comer dependiendo de la hora.

Hoy vamos a centrarnos el desayuno, que destaca por ser la comida más importante del día.

¿Por qué es tan importante desayunar?

No es que sea importante desayunar, es que es importante desayunar bien. Es la primera comida del día, después de las 8 horas en las que hemos estado durmiendo y nuestro cuerpo necesita combustible.

Debemos llenarnos de nutrientes y energía para afrontar el día con más vitalidad, pero no debe ser cualquier cosa, debe ser variado y sano para que nos aporte todo lo necesario y no al contrario.

Para los más pequeños es importante, ya que están en proceso de crecimiento y los adultos ya somos lo suficientemente responsables como para saber que debemos cuidarnos para mantenernos en forma.

Ya sea para mantener una dieta o para mantenerte sano, si desayunas fuerte, no tendrás hambre ni comerás con ansiedad entre horas. Aguantarás hasta el próximo tentempié sin prisas.

Alimentos recomendables para el desayuno

No hace falta que te pongas a cocinar como si fuera la cena de Navidad todas las mañanas. Preparar el desayuno puede ser muy sencillo, sólo hay que saber diferenciar entre alimentarse bien y variado o comer cualquier cosa y mucha cantidad.

Para empezar, lo que no puede faltar es un zumito y/o leche. Ya sabéis que el zumo de naranja sienta como las espinacas a Popeye, aporta vitamina C y reactiva las defensas, pero en realidad podéis ir variando y tomar diferentes tipos, ¡incluso los podéis hacer vosotros mismos!

En cuanto a la comida por la mañana, es muy fácil recurrir a la bollería ya que es lo más rápido, pero es mejor evitarlo. Hay que intentar no tomar muchas grasas saturadas ni azúcares.

Cereales o tostadas suele ser lo más común, las tostadas no tienen que ser con mantequilla necesariamente, sino que puedes añadirle pavo o queso fresco entre otras cosas.

Aunque lo veamos en las películas americanas y parezca muy lejano, comer unos huevos revueltos con salchichas no es tan raro. Si lo haces, ¡seguro que ese día no te faltan fuerzas!

Y por supuesto la fruta no puede faltar. Un kiwi o un plátano serán el complemento perfecto para añadir a tú menú matinal. Si empiezas así el día seguro que afrontas tus tareas con ganas además de que te sentirás bien tanto por dentro como por fuera.