Dormir puede llegar a ser una de las actividades gratuitas más placenteras del mundo. Además, es imprescindible para la supervivencia y rendimiento de todo ser humano.
Ese sentimiento de llegar a casa después de una larga jornada, quitarse los zapatos y lanzarse a la cama… no tiene precio.
Por ello, para disfrutar de un descanso adecuado, es necesario exigir un colchón que responda positivamente a las características de nuestro cuerpo.
Basándonos en varios factores, que te desvelamos a continuación:
1. El peso es uno de los elementos más importantes a considerar para elegir la firmeza del colchón. Si pesas menos de 60 kg, es preferible optar por un colchón blando y mullido para que se adapte a tu forma y reparta el peso por igual. Si pesas entre 60 kg y 100 kg, uno de firmeza media. Y, si tu peso supera los 100 kg, es recomendable que te decantes por uno firme que facilite una buena sujeción.
2. Otro factor que habrás de tener en cuenta es tu altura. Normalmente el largo de un colchón se divide en tres categorías: personas que miden menos de 1,60 m, que miden entre 1,60 m y 1,80 m o que miden más de 1,80 m. Para un máximo confort, es importante que el largo de tu colchón sea 10 cm más de lo que mides.
3. ¿En qué postura duermes? Si duermes boca arriba, te conviene un colchón duro. Por el contrario, boca abajo, uno blando. Y, si prefieres dormir de lado, tendrá que ser algo blando, para que permita que tu hombro se hunda ligeramente y encuentre una posición cómoda.
En cambio, si te mueves cuando duermes, te aconsejamos un colchón relativamente duro que permita movilidad pero sin hundirse. Si al contrario, eres de los que se quedan quietecitos, es mejor que optes por un colchón suave que proporcione un tacto agradable.
4. La temperatura del entorno también influye en la decisión de un colchón adecuado. Si eres una persona calurosa o vives en un lugar cálido, se recomienda elegir colchones con muelles. Son más frescos y ventilan mejor. Al contrario, si sueles pasar frío, son más apropiados los colchones de látex, de espuma o viscoelásticos, ya que almacenan mejor el calor.
5. Por último, es importante considerar tus características personales. Nos referimos, por ejemplo, a alergias que puedas tener a ciertos materiales como el algodón o el látex, entre otros. Asimismo, si tienes que permanecer largas temporadas en la cama por motivos de salud, es aconsejable comprar un colchón viscoelástico que reduzca la presión.
Aunque el precio sea un factor que te preocupe, evita que afecte demasiado tu decisión. Lo más importante es encontrar un colchón de buena calidad, que te proporcione el descanso que necesitas. ¡Tu salud es lo primero!
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Sin duda, en la compra de un colchón es una de las inversiones en las que no hay que escatimar en gastos. Tiene que adaptarse a tus necesidades. Para mí fue una odisea encontrar mi colchón ideal. Finalmente me decidí por la marca Naturalex y la verdad que calidad precio está genial. ¡Yo estoy encantada!