La infusión de azafrán es otra manera de beneficiarse de las muchas propiedades que tiene el azafrán. Es muy fácil y rápido de hacer, pero sobre todo, destaca por sus muchos usos en cocina.
Para hacer una infusión de azafrán tienes que hervir agua y poner hebras de azafrán, las que quepan en una cucharilla de café. Cuando llegue a ebullición, terminar la cocción y cuélala. Aunque no lo creas, tu infusión de azafrán ya está lista para tomar.
Ya sea en infusión o en hebras, el azafrán tiene muchísimos e importantes beneficios para la salud. Posiblemente, el más importante es que esta planta contiene muchísimos antioxidantes, moléculas que protegen las células del daño que provocan los radicales libres.
Otro de los grandes beneficios de tomar infusión de azafrán es que ayuda a mantener el sistema cognitivo en buen estado, previniendo algunas enfermedades neuronales, como por ejemplo el alzheimer.
Además, aquellos que tengan diabetes o un porcentaje alto de azúcar en sangre también tienen en el azafrán a un aliado que les ayude a estabilizar los niveles de glucosa.
Por si fuera poco, hay varios estudios que confirman que la infusión de azafrán es capaz de reducir el colesterol en sangre, evitando así la obstrucción de venas y arterias. Como puedes suponer, esta propiedad puede ayudar a prevenir muchas enfermedades cardiovasculares.
Otro de los beneficios de la infusión de azafrán es que puede tratarse como un placebo capaz de atenuar molestias como los dolores de regla, cefaleas leves y otras molestias como la irritabilidad o los antojos.
Otra ventaja de usar la infusión de azafrán es el efecto relajante que posee. De hecho, a la planta del azafrán se le conoce también como “el sabor del sol”, y esto es así no solo por su color sino porque tiene propiedades que mejoran el humor. Por tanto, podemos decir que una infusión de azafrán es capaz de levantar el ánimo en un días gris.
La infusión de azafrán se puede tomar como cualquier otro té, pero también la puedes utilizar como ingrediente de un plato más elaborado. Normalmente, el arroz suele ser el plato en el que habitualmente se utiliza la infusión de azafrán en vez de echar las hebras solamente. Para ello, se infusiona el azafrán hasta el momento de su incorporación en el arroz, tiempo más que suficiente para que el agua absorba todo el color, aroma y sabor de la hierba y se lo aporte al plato de arroz.
Si te haces una infusión de azafrán para beberla, es normal que te sobre, en ese caso, guárdala durante un par de días en un frasco de cristal y mételo en la nevera. Así cuando te apetezca una taza, bastará con que la calientes. Y en el caso de que lo utilices para cocinar, también puedes verterlo.
El azafrán, además de en infusión, es un ingrediente muy valorado en la cocina. Y es que hay platos que sin estas pequeñas hebras no serían lo mismo. Es el caso del arroz campero o campesino.
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