Si una mujer le dice a un hombre que tiene las manos ásperas y que se las debe cuidar un poco más, hay que darle la razón. Son la mejor tarjeta de visita especialmente en los hombres, que se suelen saludar con un apretón de manos. Y no nos referimos a lo fuerte que se estrechen al saludar a alguien.
Con las manos tocamos. Es tan obvio, es un sentido tan importante, que a veces el tacto pasa desapercibido. Pero pensad: si raspan o están agrietadas, os cambiará la percepción de las cosas. Y también de los que entren en contacto con vosotros, de los que os rocen la mano.
Así que, ya es hora de darles el valor que se merecen y cuidarlas, y sobre todo, mimarlas. Sí, seamos hombres o mujeres. Porque esto no significa que por ser chico se pierda ni un ápice de virilidad. Nada más lejos.
¿Qué cuidados necesitan las manos de un hombre? La respuesta es muy sencilla: nada más ni nada menos que una buena hidratación. Y para hidratarnos bien las manos necesitaremos cremas.
¡Por favor, no os asustéis ni dramaticéis! No son más de cinco minutos al día. De hecho, si algún día os olvidáis o no tenéis tiempo, no pasará nada. Aunque, de verdad, una vez que se convierta en un hábito, será como lavarse los dientes o peinarse.
Cómo hidratarse las manos correctamente
Lo mejor es hacerse con una crema hidratante para pieles secas. Por lo general, se peca de sequedad. Es la constitución natural de un hombre. A no ser que tenga una piel grasa, pero aún así no suele afectar a las extremidades.
A ver. Claro que podéis utilizar una crema que os preste vuestra pareja o incluso vuestra madre. Pero el hecho de seguir el “ritual” de comprar una crema, que será tuya en exclusiva, hace que el propósito de cuidarse las manos sea mucho más fuerte.
Fácil, rápido y suave
Para aplicar la crema, simplemente hay que ponerse un poco en cada mano. Del tamaño de una moneda de dos céntimos, por ejemplo. Lo más apropiado es aplicar pequeños montoncitos de crema por diferentes partes de la mano. Después, realizaremos un ligero masaje, una fricción suave de un mano contra la otra, extendiendo bien toda la crema, y lo prolongaremos hasta que se absorba por completo.
Un truco: poneos unos guantes de látex para potenciar el efecto hidratante. Esto viene a ser como un tratamiento de choque durante los primeros días, perfecto en el caso de que vuestras manos estén muy necesitadas.
Y para terminar, un consejo: no hay por qué gastarse mucho dinero en tratamientos especiales. En el mercado, existen cremas económicas y de calidad con base de parafina que vienen muy bien para casos especialmente sensibles.