La alcachofa es una verdura con muchas propiedades saludables pero el hecho de tener que limpiarlas puede echarnos para atrás a la hora de comprarlas y comerlas. Sin embargo, sus beneficios son tantos que el esfuerzo bien merece la pena.
No obstante, para ayudarte en la tarea, hoy vamos a explicarte cómo limpiar alcachofas rápidamente.
¿Estás preparado?
Cómo limpiar las alcachofas
- Después de comprar las más verdes y cerradas que hayas visto en la frutería, llega el momento de limpiarlas. Antes de que comiences el proceso, te aconsejamos que uses guantes, pues corres el riesgo de que las manos se te pongan negras tras el manipulado de las alcachofas.
- Una vez que te los has puesto, lo primero que debes hacer es cortarles el tallo con un cuchillo. De manera opcional, puedes dejar un poquito del rabo, el más cercano a las hojas. No obstante, si no quieres cortarlo, pélalo.
- A continuación, arranca las hojas exteriores de la alcachofa con la mano. Son las más duras y verdes y puedes tirarlas directamente.
- El siguiente paso es quitar las puntas de las hojas que han quedado y cortar por la mitad o trocear el resto de alcachofa.
- Ahora, es el turno de lavarlas. Para ello, ten preparado un bol con agua, sal y un chorro de zumo de limón, o bien con perejil. Vete poniéndolas a medida que las vayas limpiando, pues es la mejor forma de que no se oxiden mientras terminas de limpiar todas las alcachofas.
Cómo cocinar las alcachofas
Tras limpiarlas, ha llegado el momento del cocinado, como por ejemplo para hacer la dieta de la alcachofa. Son muchas las opciones que hay, todas ellas deliciosas y muy saludables. Y más que recomendables en el caso que quieras perder peso o tengas colesterol, gracias a su función depurativa.
- Hervidas: Cuécelas durante 15 minutos en agua con hierbas aromáticas para que enriquecer su sabor, como por ejemplo hierbabuena, romero o tomillo.
- Asadas: Colocas las alcachofas en una bandeja rociadas con un poquito de aceite, con hierbas aromáticas y una pizca de sal. Pon el horno a 200ºC durante media hora o bien cuando veas que están doradas y tiernas.
- Fritas: Posiblemente sea la opción donde la alcachofa engorda un poco más, ya que tiende a absorber mucho aceite. Por eso en la sartén hay que poner solo un poquito a fuego medio-bajo y tapadas. Déjalas durante 5 y 6 minutos y échales una guindilla para potenciar el sabor. ¡Uhmmmm deliciosas!
No dudes en incluir este riquísimo alimento en tu dieta habitual, porque las propiedades de la alcachofa son muchas y muy importantes.
Ya hemos visto las maneras más frecuentes de prepararlas, pero ¿te apetece conocer una receta algo más sofisticada? Aprende a hacer alcachofas caramelizadas en esta fácil receta. O si lo prefieres te dejamos esta otra receta de alcachofas confitadas con aceite de oliva.