Poco a poco, la tecnología está cobrando más y más protagonismo en nuestras vidas. ¡Es algo innegable! Pero es cierto que hay unos ámbitos en los que está más presente que en otros.
Es el caso de la industria del entretenimiento virtual, particularmente en el sector de los videojuegos, donde la tecnología siempre va más allá de lo que podamos llegar a imaginar.
La oferta de nuevas consolas se está volviendo cada vez más frecuente. La de videojuegos es cada vez más alucinante, capaz de dejarnos sin habla. En concreto, la tecnología de la realidad virtual ha dejado de ser un sueño futurista para convertirse en un juego del día a día.
Seguro que muchos habréis oído hablar del “oculus rift”, las gafas de realidad virtual, desarrollado por la marca Oculus VR. Permiten al jugador transportarse momentáneamente al lugar y tiempo en el que se esté desarrollando el juego.
Parece increíble, pero es real. Su efecto es el de un simulador virtual, similar a esos que nos encontramos en los parques de atracciones y que son tan divertidos. ¡Realmente te hace creer que estás dentro del juego!
El objetivo de este aparato es proporcionar al jugador una experiencia que roce lo real. Creando una separación muy fina, casi inexistente, entre la realidad y la fantasía.
¿Por qué? Porque los amantes de videojuegos buscan subidas de adrenalina. También, experiencias que se salgan de lo cotidiano y que les suministren, cada vez, algo único e irrepetible.
La tecnología siempre está dando saltos hacia adelante y mostrándonos nuevas y alucinantes formas de vivir e interactuar con cosas inhumanas.
Además de este inteligente dispositivo que juega con la realidad, existen otras alternativas. Estas cambian la manera en la que nos relacionamos, hacemos deporte, practicamos nuestros hobbies e incluso nos disponemos a aprender nuevas habilidades.
Por ejemplo, hablamos de experiencias como con la consola Wii, desarrollada por Nintendo. En su momento, esta novedad marcó un antes y un después en el entretenimiento virtual activo. Esto ha permitido múltiples interacciones y han creado una relación muy fuerte entre la tecnología y áreas como el deporte, la cocina o la moda. En la misma línea va el dispositivo Kinect, de Xbox. Esta detecta los movimientos del jugador y le permite interactuar en la trama.
Además, otras alternativas muy presentes entre jugadores, son los juegos orientados alrededor del sector del automóvil. Nos referimos a los juegos de carreras y otros similares. Volantes con los que liderar coches de Fórmula 1 y pedales con los que pisar a fondo como si estuviéramos en una entrega cinematográfica de ‘A todo gas’.
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