Mindfulness: qué es y técnicas

Día tras día, nuestra vida es una vorágine de reuniones, compromisos, exceso de trabajo, los niños, las labores domésticas…  Con tanto caos, es normal que nos sintamos estresados, agobiados y nerviosos. Para aliviar esta sensación existe el mindfulness, una práctica que ayuda a mantener el equilibrio mental a raya. ¿Quieres saber qué es el mindfulness y las técnicas para ejercitarlo? ¡Te lo contamos todo!

¿Qué es el mindfulness?

Aunque tomar infusiones relajantes puede ayudar en los momentos de más tensión, lo cierto es que existen otras técnicas mucho más efectivas que contribuirá a conseguir una paz interior. Y entre ellas, el mindfulness es una de las más eficaces.

El mindfulness es algo más que una práctica de meditación o una simple técnica de relajación nacida en Oriente. Se trata de una filosofía de vida que consiste mantener una actitud distendida y relajada, aprender a gestionar las emociones y no dejarse llevar por los malos pensamientos, para así recuperar el bienestar general.

Por tanto, podemos decir, que el objetivo que se persigue con el mindfulness es intentar que los problemas cotidianos no afecten más de lo normal; no dejarse llevar por las emociones, pues pueden llevar a tomar malas decisiones y mantener alejados los malos pensamientos.

Son muchos los estudios que se han hecho sobre los beneficios que se obtienen con la práctica regular del mindfulness, y según los datos obtenidos se puede decir que con esta técnica se gana calidad de vida.  Estos son los resultados:

-El mindfulness incremente la actividad del sistema inmunitario

-Se consigue un aumento de la sensación de bienestar general

-Se aprecia un incremento de los pensamientos positivos

-Permite un estado de calma y relajación

-Disminuye el riesgo de posibles enfermedades cardiovasculares

-Aumenta la capacidad de atención y resolución de problemas y situaciones

Son, por tanto, importantes beneficios que podemos conseguir con una simple herramienta que además se puede utilizar ante cualquier situación y en cualquier momento del día. Incluso, su práctica es tan sencilla y beneficiosa que hay sesiones especiales de mindfulness para niños.

Técnicas para practicar mindfulness

Si quieres formar parte del cada vez más nutrido grupo de personas que practicar mindfulness de manera regular para conseguir la paz interior, debes tener algunas nociones básicas de cómo practicarlo.

-Para empezar, elige un lugar tranquilo y un momento del día que te permita practicarlo con regularidad y sin interrupciones.

-Puedes estar sentado o acostado, lo importante es que tengas la espalda recta y adoptes una postura cómoda.

-Realiza respiración controlada. Su función es doble. Por un lado, las respiraciones hondas y pausadas ayudan a oxigenar el cuerpo y a relajarse. Por el otro, permite empezar a focalizar la atención en algo concreto de una manera sostenida.

-Con los ojos cerrados, centra toda tu atención en los pequeños detalles que pasan en tu cuerpo, como puede ser las palpitaciones del cuello. o el movimiento involuntario de los ojos dentro de las cuencas. Así, estarás poniendo todo el foco de tu atención a estímulos simples, olvidándote de todo lo demás.

-Poco a poco, vete ampliando el foco de tu interés hacia experiencias vitales más abstractas de la misma forma que lo haría una persona ajena a ellas, sin juzgar y dedicándole el tiempo que le corresponde según la importancia que le diste en su momento. Esta es la parte fundamental del mindfulness, dado que nos ayuda a afrontar vivencias con repercusiones amplias en nuestras vidas.

-Termina la sesión volviendo a la respiración controlada.

Las primeras sesiones serán muy breves, de un par de minutos como máximo. Después tienes que ir aumentado hasta poder dedicarle unos 20 minutos diarios.

Si quieres profundizar más en esta técnica, y descubrir de qué otras maneras tu vida mejorará, adéntrate en el mundo de las técnicas de relajación y descubre otros importantes beneficios del mindfulness.