El día 7 de agosto es el Día Internacional de la Cerveza y con el calor que hace, ¿qué mejor manera de homenajearla que disfrutando de una cerveza bien fresquita acompañada de un rico aperitivo? Y si además eres de los que puede hacerlo mientras está en un chiringuito de playa… ¡Mejor que mejor! Pero entre caña y caña…por qué no descubrir cuál es el origen de la cerveza. Y es que ya has probado muchos de los tipos de cerveza que existen: tostada, cerveza negra, cerveza de trigo…Pero conoces, ¿dónde y cuándo nació la cerveza?
Historia de la cerveza
Los historiadores no tienen claro cuándo y dónde fue el origen de la cerveza. De hecho, está considerado como uno de los productos más antiguos de la civilización, pues se tiene constancia de su existencia allá por el año 4.000 a. C, en época de los Sumerios, en Mesopotamia, lo que hoy sería Irak. De hecho, en el Código de Hammurabi, se puede ver la representación de una ofrenda de cerveza a la diosa Nin-Harra.
Al otro lado del mundo, en China, también era costumbre tomar bebida elaborada a partir de cebada. Aunque también se sabe que podían hacer otros tipos de cerveza con trigo, espelta y hasta arroz. Mientras que en la América Precolombina se utilizaba maíz en vez de cebada.
Pero también se sabe que los egipcios bebían cerveza y que incluso muchos de los obreros que trabajaban en la construcción de las pirámides cobraban parte de su sueldo en cerveza.
De los egipcios, la costumbre de beber cerveza pasó a los romanos y después a los galos y germánicos, quienes empezaron a elaborar cerveza a partir de malta de cebada y avena.
Los años pasan, pero la cerveza cada vez está más arraigada en la costumbre de los pueblos. Ya en la Edad Media, las encargadas de la elaboración masiva de cerveza son las Abadías del Centro de Europa. De hecho, cada una poseía una receta diferente respecto al aroma, el sabor y el aspecto, todas ellas guardadas celosamente.
Pero si tenemos que destacar una fecha importante en este recorrido por el origen de la cerveza en el siglo XV, cuando los monjes descubren que la planta del lúpulo es un potente aromatizante para la cerveza y que, además, permite que ésta se conserve durante mucho más tiempo.
Y aunque la costumbre de beber cerveza está totalmente arraigada tanto en Europa como en otras zonas del mundo, es en el siglo XVIII cuando asistimos a su gran expansión y a la profesionalización de la producción. Con el paso de los años, los religiosos centroeuropeos ceden el testigo de la producción de cerveza a los cerveceros, especialmente en la zona de Baviera. Ellos ya elaboran la cerveza tal y como la conocemos actualmente: Guardan los litros de cerveza durante meses a bajas temperatura y utilizan levaduras de baja fermentación.
Ya en el siglo XIX, la industrialización también llega al sector cervecero, especialmente en Múnich, Bohemia e Inglaterra, donde se concentran la mayor parte de los fabricantes de cerveza. Tres formas de entender la cerveza, pero todas ellas con un gran prestigio internacional.
Sin embargo, en el siglo XX aparecen las grandes compañías multinacionales especializadas en la elaboración de cerveza que ponen punto y final a la elaboración artesanal que se había mantenido hasta la fecha. Y es que la tecnología hace posible que la producción se multiplique como nunca antes se había visto. Llegan las exportaciones y la posibilidad de consumir cerveza alemana en España o cerveza checa en Estados Unidos.
Esta ha sido la realidad del mundo de la cerveza durante estas últimas décadas. Pero esto ya no es del todo así a día de hoy. Es cierto que existen grandes compañías cerveceras, pero no es menos cierto que cada vez son más los pequeños empresarios que empiezan a elaborar sus propias cervezas, con una producción mucho menor, pero dando lugar a diferentes tipos de cerveza artesanales y muy cuidadas, lo que hace que la cerveza vuelva a tener la calidad y la exclusividad que había perdido en los últimos años.
Ya hemos visto que el éxito de la cerveza no es algo reciente, sino que desde hace siglos el hombre ha saciado su sed con esta bebida. Pero debes saber que, consumida con moderación, la cerveza también tiene propiedades muy beneficiosas para la salud.
