Las paredes son la base de la decoración de una habitación. En función de cómo sean éstas, el resto de los elementos quedarán de una forma u otra. Cuando optamos por un color o dibujo para las paredes, tenemos varias opciones. Pero, primero debemos elegir si queremos papel o pintura. ¿Cuál es mejor? Hoy vamos a contarte las particularidades de cada uno y cuál te conviene más según la decoración que quieras para tu hogar.
Cuando redecoramos una habitación o incluso pintamos la fachada de casa, a veces contamos con un presupuesto ajustado. En estos casos, la pintura es, sin ninguna duda, la opción más inteligente. Hay decenas de colores, se pueden mezclar para conseguir tonos personalizados y no son nada caras, por lo que no se saldrá de tu presupuesto.
Otra ventaja de la pintura es que podemos pintar nosotros mismos. Solo tenemos que comprar rodillos y brochas, emplastecer la pared para que quede bien lisa y tapar los muebles para evitar mancharlos. De esta forma, ahorraremos en mano de obra.
La pintura es una buena idea para quienes viven de alquiler, ya que se modifica con facilidad. Sin embargo, una pared pintada es fácil de manchar y no se limpia fácilmente. Seguramente, si hay algún tipo de mancha, haya que volver a pintar por encima y no siempre queda bien.
Por otro lado, el papel es la opción que más posibilidades de personalización nos da. Los diseños son muy variados, y permite que le demos a una habitación exactamente el aspecto que queremos que tenga. Además, suelen ser más resistentes a las manchas y son fáciles de limpiar.
Es perfecto si tu estilo es más atrevido, o para las habitaciones de los niños. Puedes colocar diseños originales: rayas, dibujos, flores, personajes de dibujos animados…
En cambio, el papel tiene una gran desventaja respecto a la pintura, y es que para colocarlo se requiere mano de obra, ya que el proceso es bastante complicado. Con el fin de que quede bien, es necesario el trabajo de profesionales, por lo que el precio se eleva. Lo mismo ocurre si se quiere cambiar o quitar: para retirarlo, es necesario contratar a profesionales para que se quite con cuidado y la pared no se deteriore.
Si quieres quedarte a medio camino, puedes utilizar vinilos decorativos para añadir diseños originales sobre una pared pintada. Cada vez los hay de más estilos: geométricos, temáticos, florales… Son fáciles de colocar y le dan un toque de alegría a una habitación.
Imágenes vía Ikea.
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Me gustan mucho las dos opciones! Creo que el papel es más sencillo de colocar, pero puede llegar a aburrir pasados unos meses. Me gusta más la idea de combinar colores. Saludos!! Laura