Existen muchas teorías sobre cuál es el mejor método para tener un peso saludable. Mientras que unas aseguran que se trata de eliminar carbohidratos, otras garantizan que la solución está en sustituir comidas por batidos alimenticios. Pero, la realidad es que lo más efectivo es distribuir correctamente los alimentos que se ingieren durante el día.
Si no son todos, la mayoría de nutricionistas recurren a las “cinco comidas al día” como regla fundamental de cualquier dieta. La estrategia no es ningún secreto; se trata de llevar una dieta equilibrada, variada y sana.
Además del desayuno, almuerzo y cena, es recomendable introducir otra comida, más ligera, entre el desayuno y la comida (un tentempié), y otra entre la comida y la cena (una merienda).
Pero, ¿cómo y por qué afecta esto a nuestro organismo? Te lo contamos.
Cuando únicamente hacemos tres comidas al día, es más difícil proporcionarle al cuerpo las cantidades de alimentos que requiere, a diario, para mantenerse fuerte y sano.
Nos referimos a las 5 piezas de fruta y verdura al día, que no es una dieta vegetariana, y 3 raciones de lácteos o productos derivados. Además, cuantos más alimentos ingerimos, más agua estamos consumiendo, lo cual es un requisito importante cuando queremos alcanzar y mantener nuestro peso ideal.
Otro de los beneficios de este hábito es que nos ayuda a llegar a la siguiente comida con menos hambre y ansiedad.
Cuando esperamos demasiado para volver a comer, el estómago se expande, exigiendo un mayor consumo para llenarse, provocándonos ingerir de manera más compulsiva. Nos genera una sensación de pérdida de autocontrol, por lo que estamos más propensos a comer con los ojos y escoger alimentos poco adecuados.
Además, evitaremos picotear entre horas, ¡picoteos que generalmente son poco saludables!
Al comer más seguido, acostumbramos al organismo a trabajar constantemente. Este, que se adapta a nuestros hábitos, acelera el metabolismo y lo mantiene activo durante todo el día.
Cuando está en funcionamiento, el cuerpo derrocha energía en romper la comida, digerirla y absorberla. Por tanto, también está generando un gasto calórico que contribuye a una pérdida de peso saludable. Al contrario, cuando esperamos demasiado entre cada comida (aproximadamente 5 h), la falta de alimento se convierte en cantidad de grasa.
Ingerir las cantidades correctas de los alimentos adecuados produce una sensación de ligereza. Esto nos ayuda a estar más cómodos y ser más eficientes durante la jornada.
Al sobrellenar el estómago, el cuerpo se vuelve mucho más pesado, genera cansancio y pierde energía más fácilmente. Para lograr un bienestar óptimo, tanto físico como mental, es importante mantener al cuerpo en un estado equilibrado.
Para todos aquellos que busquen aumentar la masa muscular, es recomendable hacer hasta 6 comidas al día. Para fortalecer los músculos correctamente, es imprescindible proporcionarles energía y nutrientes cada dos o tres horas.
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