Con el buen tiempo apetece hacer actividades al aire libre y la bicicleta es una muy buena opción. ¿A quién no le apetece una escapada en familia al campo y en bicicleta?
Nos sirve como medio de transporte y además podemos hacer distintos recorridos disfrutando de la naturaleza que nos rodea. Y como deporte, es una alternativa para estar en forma.
Si tienes pensado moverte a golpe de pedalada durante el periodo estival, seguro que te vendrán bien algunos consejos para tener tu bicicleta lista para la ocasión 😉
Lo primero, una limpieza
Un buen manguerazo a tu bicicleta puede ser el comienzo. Después, tanto en la cadena como en los cambios deberíamos utilizar un desengrasante. Si la grasa no está muy adherida bastará con una esponja con lavavajillas.
La primera fase de la puesta a punto concluye con un aclarado y un secado, preferiblemente al aire libre.
Los frenos y las ruedas
Son, sin duda, los dos elementos a los que debemos prestar una mayor atención por motivos de seguridad.
Hay que comprobar que las ruedas estén bien centradas con el cuadro y que los cierres estén apretados correctamente, ya que se han podido aflojar por el paso del tiempo.
Para los frenos realizaremos una revisión completa. Comprueba tanto los cables como las zapatas o pastillas de las pinzas (si los frenos son de disco). También es importante que no caiga ninguna sustancia (especialmente aceite) en los discos, porque entonces reduciremos peligrosamente su eficiencia.
Comprobar los cambios y engrasar la cadena
Es posible que la transmisión se haya desajustado con el tiempo. En tal caso, utiliza un destornillador para ajustar los dos tornillos que, normalmente, acompañan al cambio trasero y los otros dos que regulan el desviador de los platos.
También es posible que tengas que tocar la tensión de los cables que parten desde el manillar.
Para lubricar la cadena recurriremos a un aceite fino, preferiblemente con teflón.
Suspensiones y presión de neumáticos
Es probable que tus ruedas hayan perdido presión con el paso del tiempo. Conviene revisar los niveles para que no queden ni muy infladas y demasiado flojas.
Lo mismo ocurre con la suspensión en las bicicletas que la tengan. Asegúrate de que funciona adecuadamente. Si la notas demasiado floja, puede ser que la viscosidad del líquido que amortigua los baches no sea la correcta, por lo que habrá que cambiarlo.
Otras consideraciones
Es muy importante que la altura del sillín sea la correcta. Si no pedaleamos en una posición adecuada, nuestras rodillas o espalda se podrían resentir.
Si uno no se ve capaz de realizar esta puesta a punto, siempre tiene la posibilidad de confiarle su montura a un mecánico profesional.
Sigue estos consejos y así evitarás llevarte cualquier susto a la hora de volver a utilizar tu bici, pero si eres más de ir en coche y vas a hacer viajes largos, mira estos consejos 😉