El ajo blanco es un clásico dentro de nuestra cocina. No hay plato que se precie que no lleve una pequeña ración de ajo, ya sea en polvo o entero. Sin embargo, poco a poco va haciéndose un hueco el conocido como ajo negro. ¿Sabes lo que es?
El ajo negro no es una variedad de ajo blanco, sino que es el ajo común fermentado. Tras este proceso, el ajo adquiere el color negro que le da nombre, el olor desaparece y su textura y sabor son mucho más suaves que antes.
Pero el ajo negro no solo se diferencia del blanco en su aspecto y sabor, sino también en sus propiedades beneficiosas de la salud, que resultan mucho más potenciadas tras el proceso de fermentación. ¿Quieres saber cuáles son estas propiedades del ajo negro?
Lo que significa que ayuda a eliminar las toxinas que se acumulan en nuestro organismo y que son fuente de enfermedades y aceleran el envejecimiento.
Gracias a que se digiere muy fácilmente. Y, además, ayuda a regular el tránsito intestinal.
Ayuda a estimular el sistema inmune gracias a su alto contenido en vitamina C. Además, el ajo negro también ataca las bacterias y previene su desarrollo en el organismo.
En su composición hay un importante aporte vitamínico, como son las B1, B2, B3 y C; y minerales, como el yodo, potasio, fósforo y azufre.
Propiedad en común con el ajo blanco; ambos favorecen la circulación sanguínea.
Alivia la congestión en caso de gripe, catarros u otras enfermedades respiratorias como puede ser el asma o la bronquitis.
Ante tantos e importantes beneficios, es normal que cada vez se utilice más en nuestro país. Sin embargo, su alto precio hace que este superalimento no sea apto para todos los bolsillos. Afortunadamente, existen fórmulas para poder elaborar ajo negro en casa.
Para ello, puedes utilizar un fermentador de ajo negro. Se trata de un electrodoméstico cuya forma se parece bastante a la de una olla programada cuya función es la de mantener la misma temperatura durante las semanas que se necesitan para que el ajo fermente.
Si no la tienes, siempre puedes utilizar otro tipo de electrodoméstico como puede ser una yogurtera.
Y ahora que ya tienes tu propia producción de ajo negro, no escatimes en utilizarlo. Ya sea como sustituto del ajo blanco para condimentar carnes, sofritos. O bien puedes utilizarlo para otro tipo de elaboraciones como mantequillas o incluso lo puedes untar en pan y comer crudo.
¿Podías imaginar que el ajo negro tuviera tantos e importantes beneficios para la salud? Pues bien, ¿a qué estás esperando para utilizarlo? Para comenzar, prueba a utilizarlo como sustituto del ajo blanco en esta receta de la tradicional sopa de ajo.
Una de las desventajas de este alimento es su fuerte aroma y su capacidad de impregnarse durante mucho tiempo en la piel, para ahorrarte esto, hemos recopilado una serie de consejos para que aprendas cómo quitar el olor a ajo de las manos.
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