Por su delicioso sabor, es una de las frutas estrella de la primavera. Pero poco se habla de las propiedades de la cereza, y es que esta pequeña y jugosa fruta es un gran tesoro nutricional que nos puede aportar beneficios depurativos y digestivos…
¿Quieres saber más acerca de las propiedades de las cerezas? Pero antes de saber las propiedades de esta fruta debes intentar no confundirlas con las picotas. Por eso, te dejamos este post sobre las diferencias entre cerezas y picotas. ¡Todos los trucos para diferenciarlas!
Uno de los beneficios más importantes que tiene comer cerezas es su poder antioxidante debido a su aporte de antocianinas. Esto hace de esta fruta un perfecto aliado para eliminar las toxinas que se almacenan en nuestro organismo y que pueden provocar enfermedades como el cáncer o dolencias cardiacas.
Esta propiedad antioxidante también la convierte en una fruta ideal para tomar después de una sesión de ejercicio intenso, pues disminuye el daño oxidativo en los músculos y permite una recuperación más rápida. Y como además tiene propiedades anti-inflamatorias por la antocianina que contiene, están totalmente aconsejadas para el dolor de tendones y músculos.
En este sentido, también aquellos que sufren de artritis y gota, pueden aliviar los síntomas comiendo cerezas de manera habitual.
Las cerezas contienen melatonina, de hecho es una de las pocas fuentes alimenticias de este aminoácido que existen, y que sirve para ayudar a regular el ritmo cardiaco y los ciclos del sueño.
Como todas las frutas, las cerezas también ofrecen un importante aporte de fibra, lo que es esencial para gozar de salud digestiva e intestinal.
Si eres diabético, puedes comer cerezas sin problema, pues su índice glucémico es 22. Por eso, esta fruta también es muy adecuada para las dietas que tienen como objetivo la pérdida de peso, porque apenas contienen calorías.
Otro de los beneficios de las cerezas es el “chute” vitaminínico que supone. Son una excelente fuente de beta-caroteno o vitamina A, que es esencial para el organismo. De hecho, contienen 19 veces más beta-caroteno que los arándanos y las fresas.
Pero no es el único. Entre sus propiedades nutricionales hay que destacar su alto porcentaje en vitaminas C y E; y en cuanto a los minerales nos encontramos con el potasio, el magnesio, hierro y ácido fólico. Es por esto que a las cerezas se las conoce como “alimento del cerebro”, pues ayuda a mantener la actividad neuronal a pleno rendimiento y previene la pérdida de memoria.
Sin embargo, no todo son beneficios. Una ingesta excesiva de cerezas también puede provocar contraindicaciones. Por ejemplo, debido a su alto contenido en fibra, se pueden experimentar gases intestinales, calambres abdominales e hinchazón.
¿A que nunca pensaste que en un bocado tan pequeño se pudieran concentrar tantos beneficios saludables?
Por eso las cerezas deben ser un must en tu dieta, no sólo en primavera, sino durante todo el año.
Para ello, ¿has pensado en la posibilidad de congelar la fruta?
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