Con el verano llegan las largas vacaciones hasta septiembre… Bueno, las vacaciones más largas son precisamente las que tienen tus hijos, esos afortunados que disfrutan cerca de dos meses y medio de descanso estival 🙂
Entonces es cuando a los padres os surgen las dudas…
¿Cómo conciliar la vida laboral y el cuidado de nuestros hijos?
Es un problema que afecta a muchos padres y madres, pero por suerte existen alternativas para que los hijos no se queden solos todo el día o hasta la hora de comer si en verano tienes jornada intensiva.
Puedes plantearte llevar a tus hijos un par de semanas a un campamento. Es una buena solución que además les va a encantar. Existen campamentos de muchos tipos, donde hacen deporte, actividades multi aventura, y también los tienes centrados en la enseñanza del inglés, para que además de divertirse, aprovechen el tiempo al máximo.
Además, dentro de las modalidades de campamento, existen dos tipos: urbanos y extra urbanos. Los campamentos extra urbanos son aquellos donde llevas a tus hijos un par de semanas a un albergue en algún lugar de España, con muchos otros niños de cualquier procedencia del país. Es una experiencia enriquecedora en sí misma.
En los campamentos urbanos, por otra parte, dejas a tus hijos por la mañana en un albergue, colegio, o espacio habilitado, y los recoges al salir del trabajo. Tienen la ventaja de que se desarrollan en un núcleo urbano, por lo que siempre estarán cerca de casa. Los niños pasan el día entero (el campamento puede incluir el almuerzo) haciendo actividades varias: deporte, talleres manuales, cuenta cuentos, juegos dinámicos como la búsqueda del tesoro, policías y ladrones, y muchas más que se les ocurran a los monitores.
También puedes apuntar a tus hijos a alguna actividad para que mantengan una cierta rutina y no se queden todo el día en casa tumbados en la cama o en el sofá. Puedes llevarles a clases de natación, ¡una actividad que es además muy refrescante! O a clases de idioma, pues todos los centros tienen cursos intensivos en verano, adaptados a todas las edades, así que esto puede ser además muy beneficioso para el niño.
Sea como fuere, las vacaciones de los niños se pueden conciliar con facilidad con el trabajo de los mayores. ¡Sólo tenemos que buscar algo que les gustaría hacer!
Así, mientras ellos se divierten a lo largo del día, los padres estaremos tranquilos de saber que están en buenas manos, lo que nos dejará tiempo para centrarnos en nuestros quehaceres antes de volver a reunirnos con nuestros retoños.
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