Desgraciadamente, no todo el mundo tiene un horno en condiciones en casa (o no tiene horno en absoluto); por esto, las recetas de repostería sin horno son cada vez más demandadas. Mousses, tartas de queso, flanes, natillas, arroz con leche, sorbetes… y semifríos. Los semifríos son un postre no demasiado conocido que comparte cualidades con los helados, pero sin necesitar la técnica ni el instrumental que requieren. Con un simple molde rectangular, papel film, cuatro ingredientes y un poco de paciencia mientras reposa en el congelador puedes elaborar un postre tan espectacular como este semifrío con frambuesa. Dulce y hermosamente colorido, conquistará a toda la familia.
Humedece con agua las paredes del molde rectangular para que el papel film se adhiera mejor. Forra el interior con papel film dejando que sobresalga cierta cantidad de papel por los bordes. Intenta ajustarlo lo máximo posible para que la superficie del semifrío con frambuesa se quede también lo más lisa posible.
Enjuaga las frambuesas y sécalas con mucha delicadeza.
Casca los huevos en una superficie diferente al recipiente en el que los vas a verter y separa las claras de las yemas. Si no tienes un utensilio específico para ello, lo más práctico es dejar que el huevo se deslice entre tus propios dedos, que deberán estar entreabiertos. La yema quedará sostenida y la clara fluirá hasta el recipiente que tengas preparado debajo. Reserva las yemas para otra preparación.
Vierte las claras en un recipiente amplio y de paredes altas, añade el azúcar y empieza a montarlas. Puedes hacerlo a mano o con unas varillas eléctricas. Lo segundo será más rápido; lo primero ofrecerá la cansada satisfacción del trabajo manual. Bate hasta que queden blancas y densas.
Utiliza otro recipiente de paredes altas para montar la nata. El uso de varillas eléctricas acelerará el proceso. Cuando estén montadas, utiliza una espátula de silicona para mezclarla con las claras de huevo mediante movimientos suaves y envolventes para que no pierdan aire. Añade entonces tres cuartas partes de las frambuesas y remueve un par de veces para integrarlas.
Vierte la mezcla en el molde preparado con papel film. Alisa la superficie con la espátula y mételo en el congelador un mínimo de cuatro horas, aunque lo más recomendable es de un día para otro.
Para servir tu semifrío con frambuesa, saca el molde del congelador y tira de los extremos de papel film que sobresalen para sacar el semifrío. Desenvuélvelo y ponlo sobre una tabla de cocina limpia. Ve cortando porciones según los comensales y vuelve a guardar lo que sobre en el congelador. Decora con las frambuesas frescas que reservaste. Descubre todas las propiedades de las frambuesas y como este semifrío puede resultar muy beneficioso para la salud.
Dale delicadeza y suculencia a tu semifrío con frambuesa empleando la nata para montar de DIA.
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Un postre súper fácil y rico. ¡Muy recomendable!