Ir a una cata de vinos es uno de esos planes que todos deberíamos probar alguna vez. Pero, para aprender y disfrutar de la experiencia no necesitamos estar en una bodega acompañados de un experto. Puedes hacerla en tu propia casa.
¿No tienes ni idea de vinos? ¡No pasa nada! Te vamos a ayudar a organizar la cata para que disfrutes y aprendas en un ambiente relajado.
Preparación
Para empezar, vamos a dejar el vino a un lado por un momento. El secreto de la velada es decorar la casa para lograr una experiencia inmersiva. Busca una luz tenue para ambientar la estancia en la que vayáis a hacer la cata.
Otro punto importante es acompañar la velada con algo de picar para que el paladar descanse, como unas galletitas o picos de pan.
Si crees que tendrá éxito entre tus amigos, puedes preparar unas fichas a rellenar, para que describan sabores y puntúen el favorito. ¡Así conocerás cuál tuvo más éxito!
Aunque las velas puedan dar un toque sofisticado, olvídate de ellas, ya que pueden desprender olores y perjudicar la aromática del vino.
Como último detalle, acuérdate de colocar horizontalmente los vinos que vayáis a probar 48 horas antes de la cata y que se encuentren a temperatura ambiente para que no se estropeen.
Tipos de catas
Para no saturar de información (y alcohol), lo mejor es probar seis como máximo, empezando por el más suave. Y dirás, ¿cómo sé cuáles escoger? Es cuestión de gustos, pero para hacer la selección más sencilla, puedes centrarte en el mismo tipo de uva o en la denominación de origen.
Si tus amigos son unos auténticos fans del vino, puedes preparar una cata vertical. Es decir, probar la misma marca pero cambiando la añada, a ver si alguno nota la diferencia según la madurez.
Fases de la cata
¡Es la hora de disfrutar de esos vinos seleccionados tan cuidadosamente! Aunque la mayoría de tus invitados sean principiantes, con estos pasos acabaréis aprendiendo a relacionar colores, sabores y olores:
- Vista – Sobre un fondo blanco bien iluminado, prestaremos atención a diferentes partes de la copa y a cómo la estructura y el color cambian. Mueve suavemente la copa en círculos para observar cómo se desliza el líquido por el cristal. Cuanto más lento baje, mayor será la graduación de alcohol.
- Olfato – ¡Hay profesionales que solo necesitan este paso para elegir un vino! De nuevo, mueve la copa para desprender todos los aromas existentes. Cuando pruebes un par empezarás apreciar los diferentes tipos de uva y los olores provenientes de la fermentación y maduración en barrica.
- Gusto – ¡El momento que todos esperan! Pero no nos emocionemos demasiado y nos bebamos el vaso entero. Da un pequeño sorbo y deja que recorra tu lengua. ¿Es ácido? ¿Amargo? ¿Tiene un final largo en el paladar?
Si aún no tienes claro qué vinos ofrecer, echa un vistazo a la información de nuestro catálogo o pásate por nuestra bodega. ¡Y recuerda que lo más importante es relajarte y disfrutar de la experiencia con tus amigos!
Comments 4
Siempre se aprede algo
Nos alegra Carlos! Pon los consejos en en práctica y nos cuentas 🙂
Gracias! Me acabo de descargar el catálogo de vinos. Los comentarios sobre con qué comida combina bien cada vino son muy útiles.
Nos alegra que te sea de utilidad Carmen. ¡A disfrutarlos! Un saludo