Desde Austria directa a tu mesa. La tarta Sacher es un postre infalible que combina el sabor único del chocolate con la mermelada de frutas y la nata.
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Para el bizcocho:
Para la cobertura:
Paso 1:
Para hacer el bizcocho pon en un bol el azúcar y los huevo. Monta, con ayuda de unas varillas a poder ser eléctricas, hasta que queden espumosas y hayan aumentado su volumen dos veces.
Paso 2:
Derrite el chocolate negro junto a la mantequilla en el microondas o al baño maría. Añádelo una vez templado a la mezcla de los huevos. Remueve con cuidado y con ayuda de una espátula (si es posible, de silicona).
Paso 3:
Mezcla la harina con la levadura. Agrégala poco a poco a la mezcla con la varilla, con cuidado de no sacar mucho aire. Mientras pon el horno a precalentar.
Paso 4:
Hornea a 180 ºC con calor arriba y abajo unos 30 minutos aproximadamente.
Paso 5:
Saca el bizcocho y deja enfriar muy bien. Incluso lo puedes dejar en el congelador un rato para que quede bien duro.
Paso 6:
Ahora vamos con el almíbar: pon en un cazo, primero el agua y después el azúcar. Acércalo al calor y espera a que el azúcar se diluya por completo. Espera a que dé un hervor y saca del fuego, añade entonces el licor y reserva. No debe enfriar mucho ya que sino el bizcocho no chupará el almíbar así que, si se enfría, caliéntalo en el microondas.
Paso 7:
Para la cobertura, funde el chocolate en el microondas a intervalos de 20 segundos y potencia media con paciencia. Calienta la nata en un cazo, con cuidado de que no se evapore demasiado, al dar el primer hervor la sacamos fuera. Hay que vigilarla bien porque enseguida se sale del cazo si te descuidas. Entonces añade poco a poco y con ayuda de una lengua, la nata al chocolate. Reserva.
Paso 8:
Ahora, turno del montaje de la tarta Sacher: coge el bizcocho y corta en dos o tres discos con ayuda de un cuchillo de sierra. Coge la base del bizcocho y ponla sobre un plato, con el almíbar y una brocha empapa el bizcocho. Pon una fina capa de la mermelada, pon encima otra capa de bizcocho y vuelve a impregnar de almíbar.
Si hemos cortado dos discos de bizcocho ya no hay que poner más mermelada. De lo contrario se pone otra capa de mermelada, ponemos el otro disco, impregnamos con el almíbar y reservamos. Coge la cobertura y con una lengua cubre toda la tarta dejando la capa lo más lisa posible.
Enfría la tarta Sacher en la nevera un par de horas. Puedes decorar con chocolate blanco fundido, y hacer alguna forma, poner un nombre o lo que te apetezca… ¡Depende de lo creativo que te sientas! Puedes enseñarnos tu obra culinaria en demoslavueltaaldia y ganar una escapada gastronómica.
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En el próximo cumpleaños voy a hacer esta tarta Sacher. ¡Seguro que está buenísima!