El mundo de la puericultura es inmenso, basta con que te pasees por una farmacia o bien vayas a la zona de parafarmacia de algún supermercado. Especial mención merecen la zona de chupetes. Allí puedes ver diferentes tipos de chupete: de caucho, de látex, para recién nacidos, para bebés más grandes, con diferentes formas de tetinas…
Toda una amalgama de chupetes capaces de desquiciar a cualquiera, especialmente si eres un papá primerizo.
Para ayudarte en la difícil tarea de elegir chupete para tú bebé, hoy vamos a hacer un recorrido por los diferentes tipos que existen, para que así puedas escoger el que mejor le va a tu hijo.
Para entender las clases de chupetes que existen en el mercado, es importante saber cuáles son las partes que tiene cada uno. Y aunque todas son igual de importantes, lo cierto es que es en la tetina, la parte del chupete que introducimos en la boca del bebé, donde radican las mayores variaciones.
Así, ésta la puedes encontrar de diferentes formas, materiales y tallas. Dependiendo de éstas, estaremos hablando de un tipo de chupete o de otro.
Hay 2 tipos de tetinas: anatómica y fisiológica o redonda. Veamos las características de cada una de ellas:
Es la que simula la forma del pezón materno durante la succión. Está indicada para los más pequeños para que el bebé no extrañe.
El inconveniente que tiene este tipo de chupete es que para adaptarse a la forma de la boca del bebé, ha de colocarse en la posición adecuada. Si por algún casual, el chupete se mueve, el niño estará incómodo y llorará o lo rechazará.
Es plana y simétrica. Son los chupetes de toda la vida y no tienen una posición determinada para colocarlos en la boca.
Además, ejerce una presión mínima sobre el paladar, por lo que son muy cómodos para ellos.
Este chupete suele ser el más habitual para bebés a partir de los 6 meses.
En cuanto al material del que están hechas las tetinas tenemos 2 exclusivamente: látex y silicona.
El látex es un producto 100% natural de color ámbar. Este material es resistente, blando y muy elástico.
Tiene alta resistencia a los tirones y mordiscos, con lo cual, el bebé los puede usar en cualquier momento.
Los fabricantes recomiendan cambiarlos por uno nuevo cada 9 meses. Como punto negativo, este tipo de chupetes retiene olores, y el material puede alterarse con el uso y las esterilizaciones.
Por su parte, la silicona no retiene olores ni sabores como el látex, pero sí el color de los alimentos.
Es muy resistente, pero menos flexible que el látex, por lo que se puede rasgar. Ésta es la razón por la cual su uso no es recomendable para niños con dientes, ya que pueden romperla y tragarse los trozos.
Siempre y cuando el chupete sea de calidad y respete las medidas de control que exigen las administraciones, cualquiera de éstos es bueno. No se puede decir que uno u otro material sean mejores.
El mejor para tu bebé será el que más le guste.
Existe otro criterio a la hora de clasificar los chupetes. Nos estamos refiriendo al tamaño de la tetina.
Y es que el paladar del pequeño irá evolucionando a medida que pasen los meses. En función de su edad, necesitarás una tetina más o menos grande.
Pues bien, las cajas especifican la edad para la que ese chupete está diseñado. No obstante, si notas que tu bebé hace fuerza con la boca como si quisiera sujetarlo, te está diciendo que la talla es pequeña.
Por el contrario, si notas que le da arcadas, la tetina es demasiado grande.
Una vez hayas elegido el mejor chupete para tu hijo, y sea del tipo que sea, hay algo que no cambia: tienes que esterilizarlos frecuentemente.
Y como es una tarea que tienes que hacer bien, ya que es muy importante para la salud del pequeño, no está de más que te expliquemos cómo has de hacerlo.
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