Si no estas de vacaciones, seguro que estás a punto de hacerlo. Y si hay algo que no debe faltar en tu maleta, incluso con más razón que la toalla y/o el bañador, sin duda es el protector solar. Y esto es así no solo porque evita que te quemes durante la exposición al sol, o el fotoenvejecimiento, sino porque previene enfermedades cutáneas. ¿La más grave? El cáncer de piel.
Como ya sabes, el mercado ofrece una amplia variedad de protectores solares, con diferentes SPF, texturas y formatos. ¿Cómo saber cuál es el mejor para ti? Para ayudarte a elegir tu protector ideal, hoy te explicamos los tipos de protectores solares que existen y sus características. ¡Comenzamos!
Clasificación de protectores solares
Filtro solar
Según su modo de acción, los filtros solares se clasifican en: físicos, químicos y biológicos.
- Físicos
Reflejan la radiación solar. Son de amplio espectro; retienen las radiaciones solares de la zona del ultravioleta y también las del visible y las del infrarrojo. En ocasiones se les denomina «ecran» (pantalla), y se utilizan para evitar tanto el eritema como el bronceado.
Especialmente recomendados para: niños muy pequeños, alérgicos a los protectores químicos, dermatitis, pieles con cicatrices y eritemas.
- Químicos
Actúan por absorción de la radiación solar ultravioleta (captan la energía incidente y se emite nuevamente como radiación térmica, inocua para la piel). En función de la longitud de onda absorbida se distingue entre los filtros UVB, UVA y de amplio espectro. Su aplicación es más agradable ya que tienen una textura más fluida. Y hay que aplicarlos 30 minutos antes de la exposición solar para su correcta absorción.
- Biológicos
No son filtros solares como los dos anteriores, sino que actúan junto a ellos. Son agentes antioxidantes que frenan o reparan los procesos oxidativos producidos por la radiación UVA; además potencian el sistema inmunológico de la piel. Los más comunes son: vitamina A, vitamina C y vitamina E.
SPF
El factor de protección solar (SPF) comparado frente a la cantidad de tiempo que tarda la piel en enrojecer cuando no se usa un protector solar, representa un índice que indica cuánto tardan los rayos UVB en penetrar y enrojecer la piel donde se aplica el protector solar. Cuando se usa un producto con SPF 30 por ejemplo, significa que la piel tarda en enrojecer 30 veces más que sin protector solar.
De esta forma:
- SPF 50+: Es el adecuado para niños a partir de seis meses. Aunque si eres muy blanco también es el recomendable.
- SPF 50: Este es el factor que debes utilizar si tienes la piel muy blanca y delicada, que tienen tendencia a ponerse rojos y les cuesta ligar bronceado.
- SPF 20-30: A medida que tu piel se vaya poniendo morena puedes ir reduciendo el SPF. Una protección media podría ser suficiente.
- SPF 15: Si ya eres moreno de por sí, o estás muy bronceado, puedes utilizar protectores solares con un SPF inferior.
El SPF es uno de los factores más tenidos en cuenta a la hora de elegir un tipo de protector solar u otro.
Texturas y formatos
Junto al SPF, ésta es la clasificación más popular de los protectores solares.
- Crema: Su textura es la adecuada para pieles secas, ya que tiene una composición más enriquecida. Las puedes encontrar con o sin color.
- Emulsión: Tiene una textura más ligera y menos untuosa. Se ajusta muy bien a las necesidades de las pieles mixtas y grasas y también las puedes encontrar con color.
- Gel: Es muy ligero y aporta una sensación de frescor muy agradable. Además, se extiende muy bien. Se absorbe rápidamente y no aporta grasa a la piel. Son adecuadas para pieles mixtas, grasas o con tendencia acné.
- Aceite: Este formato es muy adecuado para el uso corporal, no para la cara. Deja un sutil brillo satinado sobre la piel, embelleciéndola y protegiéndola. Existen incluso para protección muy alta.
- Leche protectora: Este tipo de protector también tiene una textura suave, aunque su uso solo se recomienda a nivel corporal.
- Protector Solar Spray y bruma protectora: Se aplican con dispositivos especiales que dispersan el contenido de forma muy ligera, a modo de bruma, lo cual se agradece cuando estás en la playa. Por su rapidez en la aplicación, es el tipo de protector solar más aconsejable para utilizarlo con niños.
Cómo se aplica un protector solar
Tan importante como elegir el protector solar adecuado es aplicarlo correctamente. ¿Sabes cómo recomiendan los dermatólogos hacerlo?
- Póntelo antes de salir de casa: Es importante que te apliques el protector solar, al menos, 30 minutos antes de la exposición, pues es el tiempo que tardan los filtros químicos en actuar (entre 20 y 30 minutos). Así que lo mejor es ponerlo en casa, antes de salir hacia la piscina o la playa.
- En cantidad: Para estar totalmente protegido, cubre toda la superficie del cuerpo con la crema de forma generosa.
- Extiéndelo de manera uniforme: Aplicar el protector de manera generosa implica que también lo tienes que extender de manera uniforme por todo tu cuerpo. Prestando especial atención a las “zonas olvidadas”, como son las orejas, la nuca, el dorso de la mano, ingles, corvas y especialmente los pies.
- Protégete con frecuencia:No te olvides de renovar la aplicación cada dos horas aproximadamente, o incluso menos si te has bañado y/o has sudado mucho.
Y ahora que ya sabes los tipos de protectores solares que existen y la importancia de utilizarlos, es hora de que elijas el que mejor se adapte a tus necesidades. Y especialmente a la de tus hijos. Toma nota de estos consejos para elegir el mejor protector solar para tu bebé.