Extiende bien los filetes sobre la encimera de trabajo y coloca por encima de cada uno de ellos una loncha de jamón de york. También, añade unas virutas del queso recién rallado o, si lo prefieres, cortado muy muy finito.
Enrolla los filetes asegurándote de ir apretando bien, y con cuidado de que el jamón y el queso no se salgan. Cierra y asegura con un palillo.
Pica muy finamente la cebolla.
Acerca una sartén al fuego con un chorrito de aceite, no más de dos cucharadas. Cuando esté caliente, dora tus rollitos de carne hasta que cojan un bonito color tostado. A medida que vayan estando listos, ve sácandolos y resérvalos.
En el mismo aceite de dorar la carne, pocha a fuego suave la cebolla picadita. Cuando ya esté transparente, añade la harina, el laurel y el caldo. Deja reducir a fuego lento que la salsa comience a espesar.
Vuelve aponer los filetes en la sartén, junto con la salsa, y deja cocinar a fuego muy suave, durante 20 minutos aproximadamente, hasta que la salsa quede bien ligada y reducida.