Empezaremos pesando los ingredientes. Ponemos la harina en un bol y añadimos el agua y la levadura. No pondremos la sal aún. Mezclamos con una cuchara, da igual que queden grumos. Dejamos unos 20-30 minutos así.
Pasado este tiempo, añadimos la sal y amasamos con energía durante unos 5 minutos. Volvemos a dejar en un bol (ligeramente engrasado) tapado con un film de cocina transparente y dejamos que aumente de tamaño al doble.
Precalentamos el horno a 210 ºC y cuando haya aumentado la masa de volumen la volcamos, sin tocarla, sobre una plancha de horno con un poco de harina en la base.
Con una cuchilla o cuchillo bien afilado hacemos un corte en cruz y lo introducimos en el horno. Dejaremos unos 35-45 minutos hasta que el pan esté bien dorado. Después, sacaremos y dejamos sobre una rejilla para que se enfríe.